"La belleza no es importante para hacer cine", Loren
Clase magistral. Loren dijo que querían cambiarle nariz y ojos pero ella no aceptó. (Foto: EFE )
Toda de blanco, con un traje de pantalón y chaqueta bordada en fina pedrería, Sophia Loren hizo su entrada a la Sala Buñuel en donde la esperaba una ovación de pie. La actriz que a sus 80 años ha recibido todos los premios alrededor del mundo incluidos dos Oscar y una Palma de Oro, dijo que aún sigue sin creer que sea una gran actriz.
Afirmó que la belleza no
es importante para ser actriz y confesó que estuvo a punto de dejar el
cine porque le decían que no era fotogénica.
"Ser bella no es importante para ser actriz de cine. Lo importante es ser interesante, ser una persona que se relaciona con los otros. Yo nunca he sido bella propiamente dicho, nunca he sido como una muñeca", expresó.
"Nunca fui a la escuela, no pude ser educada como debería por mis padres porque mi papá nunca estuvo presente así que siempre pensé que en algún momento de la vida iba a fracasar", contó la musa que inspiró al gran director italiano Vittorio De Sica y con quién trabajó en 12 ocasiones durante 20 años. "Sin embargo, en la vida me ayudó el que siempre llegaron a mi vida las personas correctas en el momento correcto y que nunca tuve grandes enemigos. La vida no es fácil, especialmente cuando vives tantos años. Pero tengo que decir que a mis ochenta años estoy muy orgullosa de mi carrera y estoy empezando a contar todos los minutos y horas que me faltan por disfrutar", dijo con seriedad.
En efecto, la vida de Sophia no fue fácil pues según ella misma explicó, proviene de una familia que conoció muy bien la pobreza, "empecé en el cine para sobrevivir. Éramos tan pobres que había días que en mi casa mi madre, mi hermana y yo no teníamos nada qué comer. Cuando bailaba en las audiciones me ardía el estómago de hambre. Fue la etapa más triste de mi vida. Con el dinero que me daba mi agente por ir a algunas audiciones y concursos de belleza al menos lograba llevar un plato de espagueti a la casa. Claro que quería ser actriz y triunfar pero si no tenía qué comer, no podía hacer nada, no tenía energía suficiente", recordó al hablar sobre sus comienzos.
Los castings también eran un infierno para Sophia, pues nadie la quería por considerarla poco fotogénica, "les parecía que mi nariz era demasiado larga y mi boca muy grande. Nunca me daban los papeles después de hacer la prueba de cámara. Sin embargo, la primera vez que me encontré con Vittorio me dijo, ‘mira Sophia voy a rodar The Gold of Naples y creo que eres perfecta para el personaje de Sofía. Hay una escena de una pizzería y es ideal para ti. Así que te quiero en tres días en Nápoles para filmar'. Nunca nadie me había contratado así de rápido. Él fue quien hizo mi carrera tan grande. Yo nunca había actuado, tomado clases de interpretación, ¡nada! Fue una gran bendición y alegría encontrarme con De Sica", aseguró.
La emoción llegó cuando habló de su gran compañero cinematográfico, Marcelo Mastroiani, con quién apareció en 11 películas y de quién era gran amiga, "Marcelo está siempre en mi corazón. Cuando llegué a Cannes, miré alrededor y vi esa gran fotografía de su rostro en el Palacio del Festival me conmoví mucho pero al mismo tiempo pensé, ‘aquí va a estar Marcelo acompañándome todo el tiempo'. Hicimos tantos filmes juntos y estuvimos juntos durante tantos años...", recordó la actriz a quién se le entrecortó la voz con las lágrimas.
Dentro de los momentos más importantes de su vida también está el día en el que ganó su primer Oscar por su interpretación de Cesira en la película, La ciociara, un premio que por cierto, no acudió a recibir por su tremenda timidez, "tenía mucho miedo de ganar el Oscar porque pensaba que seguro me iba a desmayar. Así que preferí quedarme en mi casa y no ir a la Ceremonia. Fue un largo día por la diferencia horaria entre Estados Unidos e Italia. Así que cuando ya era muy tarde decidí irme a dormir pensando que no había ganado nada. De pronto Cary Grant me llamó por teléfono y me dijo, ‘Sophia, ¡ganaste! ¡ganaste! Y entonces pensé que me iba a desmayar.Pero me dije, ‘¡no Sophia, eres una gran actriz y tienes un Oscar'. Después me puse a saltar de la emoción. Poco después todos los periodistas empezaron a llegar a mi casa y a hacerme preguntas. Me sentí una gran estrella y que nadie podía competir conmigo. Las cosas que tiene la juventud", compartió la leyenda italiana que también presentó en Cannes La Voce Umana, el cortometraje de su hijo Edouardo Ponti que está inspirado en una obra homónima de Jean Cocteau y que tiene a Loren como la única actriz en escena y en el que el mexicano Rodrigo Prieto estuvo a cargo de la fotografía.
cvtp