Pasadas las 18 horas, la salida de tres camionetas de un conocido hotel de Campos Eliseos, provocó que cientos de chicas emprendieran una loca carrera con el fin de ver a su ídolo, Justin Bieber, salir rumbo al Foro Sol, donde ofrecerá su primer concierto en la Ciudad de México en menos de un par de horas.

Algunas con llanto en los ojos aseguraban que el intérprete de "Baby", acababa de abandonar el hotel, mientras otras, como Laura y Ana de 17 años, incrédulas aguardaban en las afueras del hotel.

"Los policías dicen que sí iba, que estaba en la última camioneta, pero quién sabe", dijo Laura.

"Yo no creo porque vimos la de adelante y venía vacía", señaló Ana a su compañera, con quien irá mañana al segundo concierto del ídolo canadiense, y su guardia en el hotel era sólo por curiosidad.

Después de la intempestiva salida de dichas camionetas, una buena cantidad de chicas comenzó a abandonar las inmediaciones del hotel, algunas acompañadas de sus padres a quienes el cansancio se les veía reflejado en sus rostros, pero hubo otras que seguían firmes en las barricadas que rodean el edificio.

Desde pósters de 15 pesos, playeras de 100, fotos de 10 hasta bolsitas de papas de 20 pesos, eran parte de la vendimia que se había apostado cerca de esta conglomeración de beliebers.

"Para el Face", le gritaban un grupo de chicas a Arturo, quien vestido como Justin logró que decenas de niñas se tomaran fotos con él.

"Soy imitador de Justin Bieber, me presento en shows privados y eventos públicos", dijo este joven de 18 años, que desde el año pasado se dedica a parodiar a Bieber.

"¿Eres belieber?", le pregunta una de las niñas que lo siguen para tener una foto, a lo que él responde que sí.

Arturo dice que desde que Justin saltó a la fama, la gente le ha hecho ver su gran parecido con el cantante, pero el venir hoy donde hay tantas fans no fue por una cuestión monetaria, "vine sólo por gusto", dijo antes de retirarse corriendo por la calle de Tennyson.

Al final, sólo unos 200 fans quedaron haciendo guardia afuera del hotel sin importarles la lluvia que comenzó a caer sobre la ciudad, con el firme propósito de ver a Justin llegar al sitio donde pasará la noche antes de su último concierto en el D.F.

rqm