NUEVA YORK.— Idris Elba encarna a Mandela en la cinta del director británico Justin Chadwick Mandela: Long Walk to Freedom, cinta biográfica tradicional que hace hincapié en un Mandela joven y vigoroso. Cuando se vio a sí mismo encarnado por Elba, cuya contextura es mucho más robusta que la suya, Mandela preguntó, “¿Ese soy yo?”, recuerda Singh.

Elba no llegó a conocer a Mandela, que pasó sus últimos años enfermo. “Me siento honrado de ser asociado con él”, dijo el actor.

El filme se presentó ante dignatarios alrededor del mundo, incluido el presidente Barack Obama. Ya es un éxito en Sudáfrica, donde batió el récord de taquilla con una recaudación de 427 mil dólares en su primer fin de semana.

Con la muerte de Nelson Mandela, Mandela: Long Walk to Freedom se transformó, en medio de su estreno cinematográfico, de un homenaje en vida a un panegírico en la gran pantalla.

El revolucionario y ex presidente sudafricano, quien murió el jueves a los 95 años, ha sido por años un protagonista natural para el cine; un héroe con una dignidad poco común cuya dramática historia y logros titánicos aseguraron que su relato fuera a menudo narrado en filme.

Pero puede decirse que Mandela: Long Walk to Freedom es el retrato cinematográfico más completo de la vida de Mandela, una película hecha con su autorización y con el apoyo de su familia.

La noticia de la muerte de Mandela se supo mientras este filme era estrenado en Londres, con la presencia de sus hijas Zindzi y Zenani. Un vocero de la producción dijo que las hijas solicitaron que la proyección continuara, aunque ellas de inmediato abandonaron el teatro. El productor Anant Singh, quien pasó más de una década tratando de realizar el filme, pidió un minuto de silencio al final de la función.

Ayer Mandela: Long Walk to Freedom tuvo un estreno limitado en cuatro cines de Estados Unidos. Cuando el filme tenga su estreno nacional en Navidad seguro atraerá a multitudes deseosas de recordar o conocer más de Mandela. El reto para The Weinstein Co. será no dar a parecer que quieran lucrar con la muerte de Mandela, sino celebrar su vida. (AP)