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Con la promesa de no tardar otros 18 años en regresar, Foo Fighters conquistó a 55 mil almas en su segunda fecha en México en el Foro Sol, donde incluso se dieron tiempo de pegarle a la tradicional piñata arriba del escenario con una guitarra.

Las luces se apagaron en punto de las 21:30 horas; en ese momento, Dave Grohl, quien con su guitarra azul en mano y vestido todo de negro, se dirigió hacia la pasarela que se conectaba al escenario.

Sonidos potentes y mucha energía fue la que brindaron por poco más de dos horas y media en una dosis de rock que incluyó derrames de cerveza en temas como "All my life", encargada de abrir la noche, "The pretender", "My hero" o "Learn to fly", que fue muy coreada y acompañada de aplausos.

"Hey, bienvenidos al show más grande de Foo Fighters en México. Tocaremos cuantas canciones podamos para ustedes porque es nuestra primera vez aquí", saludó Dave ante el júbilo de los presentes.

Canciones como "Breakout", "Big me", "Walk" y "These days" encendieron más los ánimos y dejaron ver que ellos mismos de divirtieron en el escenario.

"Foo Fighters es una banda que tiene al menos 20 años y si existimos es por ustedes. Si grabamos más discos vendremos aquí porque me gustan los shows grandes donde sólo son los instrumentos y la gente, esto es rock and roll", dijo Grohl mientras repetía la palabra gracias tanto en inglés como en español.

Sorprendido ante los cantos ante "Best of you", que también él aplaudió, se despidió dando besos y alzando su guitarra.

Pero la emoción y los gritos lo hicieron regresar cinco minutos después para entonar solo con su guitarra "Wheels", seguida de "Times like these"; después de ser coreada por todos en su segunda parte, entró con toda la banda para cerrar con "Dear Rosemary" y finalmente interpretar "Everlong".

jlc