La caída de un telón negro fue lo que marcó la llegada de la banda inglesa Black Sabbath al escenario del Foro Sol, el cual pisaron con fuerza para enloquecer a cerca de 60 mil almas que vibraron y saltaron con los músicos liderados por Ozzy Osbourne.

Todo comenzó a partir de las 19:56 horas cuando Megadeth, provenientes de Estados Unidos, se encargaron de prender los motores con una previa en la pantalla con su nombre y el número 18 donde los gritos no se hicieron esperar, a lo que minutos después se escuchó un ronco "muchísimas gracias", en español, por parte de su vocalista.

Sonaron éxitos como Hangar 18, Wake Up Dead y Symphony of Destruction, con la cual demostraban que las manos de sus fanáticos y los gritos estarían arriba durante todo el tiempo.

Dos pantallas a los lados, una en la parte trasera del escenario y dos más pequeñas abajo eran señal que la iluminación estaría al tope.

Pero los gritos de emoción y de nostalgia invadieron el recinto cuando en punto de las 21:15 horas apareció Black Sabbath que, con una espectacular producción de luces y un sonido potente, puso a todos los asistentes a despegar los pies del suelo al sonar los primeros acordes de War Pigs aún en el principio con el telón negro a la que siguieron temas como Into The Void y Snowblind, con la palabra del coro "cocaína" en español y donde pasaban por las pantallas imágenes de guerra acompañadas de Osama Bin Laden.

"Espero que se diviertan", dijo un Ozzy que, a sus 64 años y vestido de negro, se vislumbró con plena adrenalina brincando y traspasando la energía desde el escenario.

Los solos en los instrumentos, tanto del guitarrista Tomy Iommi como del bajista Geezer Butler, retumbaron en cada oportunidad para ser ovacionados por quienes se encontraban ante una de las máximas leyendas del heavy metal con un repertorio que incluyó Age of Reason, donde Ozzy se hincó para agradecer diciendo "Dios los bendiga".

Siguieron con el tema Black Sabbath, donde el escenario se oscureció con sus logos en color rojo y que encendió aún más los ánimos con todos cantando N.I.B, donde se vio a su vocalista gateando, Rat Salad o Iron Maiden, con el público desgarrando voz, movimientos y saltos en un momento lleno de energía.

Con el tema Children of the Grave se despidieron para regresar ante un júbilo compartido con la exitosa Paranoid, canción con la cual finalizaron una intensa jornada de rock pesado en la ciudad de México.

El de esta noche fue uno de los conciertos más esperados en los últimos tiempos ya que, después de 21 años sin venir a México y siendo la primera vez que lo hacen con su formación original, Black Sabbath aprovechó para presentar tres canciones de su último álbum llamado 13, el material número 19 en una historia que abarca poco más de cuatro décadas.

jlr