La ONU consideró "casi inexistente" la capacidad de Libia para impedir el tráfico interno de armas y propuso un endurecimiento del embargo contra esos instrumentos de muerte pese a las demandas del gobierno local de que sea flexibilizado para que pueda defenderse ante el caos que persiste en el país.

En un informe elaborado por un grupo de expertos, la ONU recomendó la creación de una fuerza de vigilancia marítima que ayude al gobierno de Libia a impedir tanto el contrabando de armas al interior como las ventas ilegales de crudo libio al exterior.

La comunidad internacional ha expresado su alarma ante el reciente surgimiento en Libia de combatientes afiliados al grupo Estado Islámico. Libia, un país del norte de Africa, está dividido entre dos gobiernos rivales y diversos grupos paramilitares.

Sin embargo, Estados Unidos y otras naciones han manifestado preocupación de que cualquier arma suministrada al frágil gobierno libio, que tiene el apoyo de Occidente, caiga en las manos equivocadas.

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