El gobierno de la ciudad de Cleveland dijo que un niño de 12 años que fue baleado fatalmente por policías cerca de un centro recreativo fue víctima de sus propios actos y que el deceso no fue responsabilidad de las autoridades.

En documentos entregados al tribunal, el gobierno dice que las lesiones de Tamir Rice y los subsecuentes reclamos de compensación por daños fueron resultado de sus propios actos y su incapacidad para "actuar con cuidad y evitar una lesión" .

Esa afirmación está entre los 20 argumentos que esgrimió en su defensa el gobierno de Cleveland en respuesta a una demanda presentada a nombre de la familia de Tamir en el fuero federal. El gobierno de la ciudad también dice que no violó los derechos federales de la víctima y que tiene derecho a cierta inmunidad legal.

Un policía que respondió a la llamada de alguien -que reportó a una persona armada con una pistola- mató al chico el 22 de noviembre. Según la queja de la familia, la policía se excedió en el uso de la fuerza, actuó con negligencia y no dio los primeros auxilios de forma inmediata.