El jefe del Comité de Seguridad y Defensa nacional de Ucrania, Alexánder Turchínov, inauguró hoy en Kiev una exposición al aire libre con blindados y armamento pesado que, según las autoridades ucranianas, demuestra la participación de Rusia en el conflicto del este del país.

La céntrica y amplia plaza Mijailovski, con el fondo del Monasterio de San Miguel de cúpulas doradas es el escenario donde se han situado varios blindados, camiones militares, drones y otro armamento pesado que habría sido capturado en las zonas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.

"Presencia. Pruebas de la agresión de las tropas rusas en el territorio de Ucrania" es el título de la exhibición con la que Kiev muestra por primera vez ese tipo de evidencias, coincidiendo con el primer aniversario de la caída del presidente prorruso Víktor Yanukóvich.

"Aquí pueden ver armas, vehículos blindados que abandonaron los separatistas o que fueron capturados por nuestros soldados en el este de nuestro país. Esta técnica militar rusa está matando a nuestros ciudadanos, a nuestros militares y civiles" , dijo Turchínov ante la prensa invitada a la inauguración.

La muestra incluye restos de municiones, artillería pesada, drones, blindados, camiones militares, así como documentos, ropas y otros objetos, todo ello cedido por los Ministerios de Defensa e Interior, los Servicios de Seguridad, los guardafronteras y otros cuerpos de seguridad.

Como se señala en las explicaciones, hay, por ejemplo, lanzagranadas con fecha de 2014, que no son producidos en Ucrania y que fueron capturados por los militares gubernamentales durante la operación de Debáltsevo, la estratégica localidad que cayó en manos de los rebeldes esta semana, en la peor derrota militar ucraniana de diez meses de conflicto.

También hay drones que se fabrican solo en Rusia y están equipados con tecnología para captar imágenes a una distancia de más de 20 kilómetros y fijar los objetivos.

Numerosos visitantes acudieron a la Plaza Mijailovski para ver la exposición, gente con banderas ucranianas o las nacionalistas rojinegras, así como familias con niños que no dudaron en trepar sobre los blindados enemigos para jugar o fotografiarse.

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