Atenas.— A menos de 24 horas del triunfo de Syriza en las elecciones parlamentarias, Alexis Tsipras acordó con Panos Kammenos, líder del partido Griegos indepenientes (GI), un gobierno de coalición. “Este acuerdo fue tan rápido, porque sustancialmente respeta el programa de Syriza”, dijeron a EL UNIVERSAL miembros de este partido en su cuartel general, horas antes de que el presidente griego, Karolos Papoulias, encargara Tsipras la formación del nuevo Ejecutivo.

Nacido hace unos cuatro meses e integrado en su mayoría por ex miembros de Nueva Democracia, el GI, polulistas de derecha, aportará a la coalición 13 diputados, con los cuales Tsipras contará con una mayoría de 162 parlamentarios, 12 más de los que requiere para gobernar el país y para activar el programa antiausteridad que, dijo la noche de la victoria, presentará ante la Unión Europea.

Es una alianza inusual entre facciones opuestas, pero están unidas por un mismo objetivo: su repudio al programa de rescate de 240 mmde de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que mantiene a flote a Grecia a costa de recortes presupuestarios.

Horas después, Tsipras, de 40 años, juraba como primer ministro, el más joven en los últimos 150 años. “Siempre velaré por los mejores intereses del país”, dijo en una ceremonia celebrada ante el presidente Papoulias. Normalmente el primer ministro jura ante el jefe de la Iglesia ortodoxa griega, pero Tsipras es ateo y ayer se convirtió en el primero en romper la tradición.

Otra ruptura del protocolo fue la negativa del primer ministro saliente, Antonis Samaras, a saludar a su sucesor al pie de las escaleras de la mansión Máximo, sede de gobierno del premier. “El nuevo gobierno será una catástrofe económica para el país”, afirmó Samaras.

“Tsipras no podrá hacer grandes cambios, porque los problemas no han cambiado; lo que esperamos que no cometa los mismo errores de Samaras”, dijo a este diario una seguidora de Syriza.

Por su parte, los dirigentes económicos de la Unión Europea (UE), que han dicho que no cancelarán la deuda griega (“ya le hemos concedido demasiado”), han moderado su posición felicitando no sólo al nuevo gobierno, sino anunciando que están “dispuestos y abiertos a tratar con Tsipras”.

El portavoz de Angela Merkel dijo sin embargo que “la canciller espera que Grecia respete los acuerdos en materia de reformas y de balance”, pero algunas de las autoridades de Estrasburgo no excluyen la ampliación de los plazos del pago de la deuda griega, aunque “no su cancelación”.

“Nadie le está imponiendo nada a Grecia, pero los compromisos siguen vigentes”, dijo el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, no ve “una necesidad urgente de actuar” para una quita de deuda para Grecia.

El gobierno de Estados Unidos dijo que seguirá apoyando los esfuerzos de Grecia para estabilizar la economía. El vocero presidencial, Josh Earnest, apuntó que los griegos han tomado difíciles e importantes pasos para sentar las bases para la recuperación de su economía. “Esperamos trabajar de cerca con su gobierno”, indicó.

El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, consideró que las propuestas de Syriza son un “cuento de niños”, y señaló que espera que los griegos permanezcan en la UE.

En tanto, la izquierda en el mundo celebraba la victoria de Syriza. En España, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo que “es una magnífica noticia para los griegos y para los europeístas porque ha supuesto un fracaso de las políticas de austeridad que se han revelado ineficaces”. A su vez, el presidente francés, François Hollande, brindó su apoyo a Tsipras y dejó claro que Francia está junto a Grecia en esta importante etapa.

En América Latina, Venezuela hizo llegar “una cálida felicitación a Syriza y al compañero Tsipras por su histórica victoria, y le augura éxito en su gestión reiterándole toda la solidaridad y apoyo”, precisó un comunicado de la cancillería. Con información de Agencias