Francia: guerra es contra terror; no contra el islam
Video. En las imágenes se mira a los dos terroristas reivindicar el ataque y enfrentar a policías cerca del semanario Charlie Hebdo
FUNERALES. El presidente de Francia, François Hollande rinde tributo el martes frente a los féretros envueltos en la bandera nacional francesa de los tres oficiales de la policía víctimas del atentado terrorista contra las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo, ocurrido la semana pasada. (Foto: XINHUA )
París.— El primer ministro francés, Manuel Valls, anunció ayer aquí que “Francia está en guerra contra el terrorismo, el yihadismo y el islamismo radical” y que tomará medidas “excepcionales pero no de excepción” para combatirlos. Ante la Asamblea Nacional, Valls precisó que “Francia no está en guerra contra una religión, contra el islam, ni los musulmanes franceses”.
Una semana después de uno de los peores ataques terroristas en Francia en décadas, cuando dos extremistas dieron muerte a 12 personas tras irrumpir en la revista satírica Charlie Hebdo y en acciones separadas a una policía y cuatro rehenes judíos, la Cámara Baja del Parlamento francés aprobó extender los ataques aéreos contra el grupo extremista Estado Islámico (EI) en Irak.
París celebró ayer el emotivo funeral, encabezado por el presidente francés, François Hollande, de los tres policías muertos en los ataques terroristas de la semana pasada. En el atentado contra Charlie Hebdo murió el policía musulmán Ahmed Merabet, que inspiró el hashtag #jesuisahmed y Franck Brinsolaro, un funcionario contratado como guardaespaldas del editor jefe de la revista, Stephane Charbonnier. La policía municipal Clarissa Jean-Philippe murió en el sur de la ciudad durante un tiroteo un día después.
El primer ministro francés anunció que buscará un control más estricto de extremistas convictos, al tiempo que trascendió que las armas utilizadas en el ataque a Charlie Hebdo y al supermercado judío llegaron del exterior.
Valls dijo que “persisten riesgos graves y muy elevados” y advirtió a los franceses que no deben bajar la guardia. Dijo que los extremistas encarcelados deben ser vigilados de manera más estrecha y ordenó al ministro del Interior que elabore nuevas propuestas de seguridad a la brevedad.
Se buscaba a varias personas en relación con los fondos “sustanciales” con que contaron los tres autores de los ataques terroristas del miércoles, jueves y viernes de la semana pasada, dijo Christophe Crepin, dirigente del sindicato policial. Las armas utilizadas en los ataques provinieron del exterior y la envergadura del arsenal, así como la destreza militar exhibida en los ataques hablan de una red terrorista organizada, añadió.
“Esta célula no incluía solamente a los tres, creemos con toda seriedad que tenían cómplices debido al armamento, la logística y el costo”, dijo Crepin. “Son armas pesadas. Cuando hablo de cosas como un lanzacohetes, no es como comprar una baguette en la esquina, es para actos planificados”.
La policía francesa dice que una media docena de miembros de la célula terrorista que perpetró los ataques en París pueden estar prófugos.
Un fiscal búlgaro anunció ayer la detención de un francés de origen haitiano que tenía lazos con Chérif Kouachi, uno de los hermanos que perpetró la masacre en el las oficinas del semanario Charlie Hebdo, que hoy lanzará una tirada récord de tres millones de ejemplares y será publicada en numerosas lenguas, entre ellas en árabe y español. Medios búlgaros reportan que el sujeto detenido, identificado como Fritz-Joly Joachin, de 29 años, será sometido a un proceso de extradición a Francia.
En tanto, el director de la organización de policía Europol dijo ayer que el continente enfrentaba su mayor amenaza de seguridad en más de una década, ya que hasta 5 mil europeos se han unido a la lucha insurgente en Siria y representarían un riesgo para sus países de origen.
El director de Europol, Rob Wainwright, también dijo que las agencias de seguridad europeas enfrentan una “brecha de capacidad” que podría dejar a sus países en peligro.
En tanto, Berlín se convirtió ayer por unas horas en la capital de la convivencia pacífica entre las religiones y la tolerancia para plantar cara de manera unida a la islamofobia y mostrar su repulsa contra el terrorismo tras los atentados en París. Un día después de que manifestantes antiislamistas realizaran una multitudinaria marcha en Dresde, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que su gobierno hará todo lo posible para luchar contra la intolerancia, y calificó a la discriminación por fe religiosa como “humanamente reprensible”.
En España, el gobierno de Mariano Rajoy llegó a un pacto de Estado con el Partido Socialista (PSOE), el más importante de la oposición en el país, para aumentar la seguridad frente al terrorismo yihadista. En los próximos días se presentará una iniciativa de ley. Agencias