Jerusalén.— Sin desviar la vista de lo que acontece en París —escenario la semana pasada de cruentos atentados terroristas—, fueron sepultados esta martes en Jerusalén los cuatro judíos franceses asesinados el viernes último en un supermercado de comida kosher. En medio de un gran despliegue de seguridad, debido a la presencia en las exequias de las máximas autoridades del Estado, sus familiares llegados desde Francia les dieron el último adiós, acompañados por numerosos ciudadanos israelíes que no los habían visto jamás.

Por decisión de sus seres queridos, Yoav Hattab (21) , Yohan Cohen (22), François-Michel Saada y Philippe Braham (40), fueron sepultados en la capital israelí, lo que a ojos de muchos fue un acto simbólico, que no en todos los casos significa que los familiares se trasladarán efectivamente a radicarse en Israel.

El presidente Reuven Rivlin, que pronunció palabras emotivas en su memoria, dijo que los cuatro “vuelven a casa”, en relación al vínculo singular que existe entre Israel y el pueblo judío en general. Sin embargo, aclaró que “si desean sumarse a nosotros, queremos que eso sea por libre elección, no a raíz del terrorismo”. Rivlin recalcó que “serán recibidos con los brazos abiertos si quieren venir, pero nosotros defenderemos su derecho a vivir libres como judíos, dondequiera que estén”.

En la singular ceremonia se intentó mantener un equilibro delicado y complejo. Por un lado, recalcando que los cuatro judíos franceses fueron asesinados porque eran judíos. Cabe recordar que el atacante fundamentalista dijo explícitamente en un video en YouTube, que buscaba un blanco judío.

Entre los presentes en el funeral, varios llevaban carteles escritos en francés, en los que se señalaba que las víctimas habían muerto por ser judías. Pero por otro lado, también se quería dejar en claro que lo que hay detrás de atentados de este tipo es un ataque a valores universales , a la vida y la libertad. “Estos atacantes no son enemigos solamente de los judíos”, declaró el primer ministro Benjamin Netanyahu en el funeral.” Son enemigos de la humanidad”.

En el funeral participó una enviada especial del gobierno francés, la ministra de Medio Ambiente, Segolene Royale, quien dijo en forma categórica: “Francia no seguirá siendo la misma Francia sin los judíos franceses”. A Jerusalén llegaron también —y despertaron emoción— las terminantes declaraciones del primer ministro Manuel Valls en el acto recordatorio en la Asamblea Constituyente, exactamente con el mismo espíritu.

Israel destacó ayer a las víctimas judías en el supermercado kosher, pero la identificación con lo sucedido en París y la condena a los atentados comenzó ya inmediatamente después del ataque a la redacción de Charlie Hebdo. Y en diversas calles de la capital se ven aún carteles que dicen: “Jerusalén est Charlie”.