Las fuerzas del régimen de Bachar al Asad lograron romper el cerco rebelde a la cárcel central de la ciudad de Alepo, situada al norte de la urbe y asediada durante más de trece meses, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Leales al régimen alcanzaron la cárcel, que estaba rodeada por milicianos del Frente al Nusra -filial de Al Qaeda en Siria- y de otras facciones.

Los efectivos gubernamentales entraron con carros blindados y fueron recibidos por los guardias del lugar.

Reos de la oposición con los que está en contacto la ONG expresaron su temor de que los soldados tomen represalias contra los presos islamistas encarcelados.

Los efectivos gubernamentales consiguieron ayer tomar el pueblo de Hilan y otras zonas próximas al centro penitenciario.

Entre el martes y el miércoles, al menos cincuenta insurgentes islamistas perdieron la vida en choques contra el ejército en la rotonda de Al Barich y en el área industrial de Sheij Nayar, próxima a la cárcel.

Ayer, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció el deterioro de la situación humanitaria en la cárcel por el cerco.

"Prisioneros y detenidos afrontan unas condiciones humanitarias desastrosas, enfermedades, falta de atención médica y comida adecuada. Pido que se levante el sitio a la prisión y que se permita el acceso humanitario al centro", manifestó Pillay.

Además, Pillay solicitó que se libere a los presos que ya han cumplido condena y a aquellos que fueron arbitrariamente detenidos.

jlc