Representantes de los mayores sindicatos anunciaron que presionarán al presidente estadunidense Barack Obama a usar su facultad ejecutiva para ampliar el programa de acción diferida de deportaciones a millones de migrantes.

El presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, sostuvo que Obama tiene el derecho de saltarse a los republicanos luego que éstos incumplieron en su responsabilidad de aprobar una reforma migratoria y debe cumplir con la "enormidad del momento" y dar alivio migratorio.

"La administración (Obama) tiene la incuestionable autoridad legal de dar estatus afirmativo y permisos de trabajo a todos los que califiquen para la ciudadanía bajo la ley migratoria del Senado, en tanto se hace más justa la aplicación de la ley migratoria" , señaló.

Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON) , apuntó que el discurso presidencial de la víspera estuvo nuevamente lleno de "promesas" sin contenido concreto.

"Pero reconoció por primera vez que su estrategia de implementar la ley de una manera drástica no ha logrado persuadir a los republicanos y que él tiene que actuar" , dijo a Notimex.

En su opinión, Obama debe no sólo extender a los adultos el Programa de Acción Diferida (DACA) , que beneficia a 500 mil jóvenes indocumentados, sino erradicar el programa de Comunidades Seguras, que permite a la policía actuar como agentes migratorios.

"Por el momento la presión la vamos a ejercer sobre el presidente porque él que tiene que actuar ahorita" , refirió.

El presidente de la Agenda Nacional del Liderazgo Hispano, Héctor Sánchez, dio la bienvenida al anuncio del mandatario en el sentido de que usará sus facultades ejecutivas, pero sostuvo las organizaciones mantendrá la presión hasta que humanice las deportaciones.

"Vamos a pedir una reunión inmediata con el secretario del Departamento de Seguridad Interna (DHS) Jeh Johnson para exponerle nuestro punto de vista y esperemos que se dé algo serio, importante" , señaló a Notimex.

Sánchez lamentó que los dos mayores partidos políticos de Estados Unidos, demócratas y republicanos han hecho política con la migración.

"Hemos venido presionando fuertemente al presidente para que cambie esta política de deportaciones, pero la presión es con ambos y no vamos a parar hasta que se dé una solución a este problema" , señaló.

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