Obama hará uso de poderes ejecutivos
Video. La oleada de menores sin acompañamiento que ha llegado a Estados Unidos en los últimos años ha generado una “industria migratoria”, que se traduce en el incremento de albergues privados con financiamiento millonario
SAN FRANCISCO. Niños se manifestaron ayer en contra de la retención de menores migrantes que han cruzado la frontera de México con Estados Unidos. (Foto: GABE HERNÁNDEZ AP )
WASHINGTON.— Acorralado por una crisis humanitaria sin precedentes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió ayer que usará sus facultades ejecutivas para arreglar un sistema migratorio que está roto y acusó de nueva cuenta a los republicanos de negarse a sacar adelante una reforma migratoria que hoy apoya la mayoría de los estadounidenses.
“Yo sólo adopto una acción ejecutiva cuando enfrentamos un problema serio, un problema grave y el Congreso decide no hacer nada”, dijo Obama en un mensaje en la Casa Blanca. “Y en esta situación (de crisis en nuestras fronteras), el fracaso de los republicanos para aprobar una ley migratoria es malo no sólo para nuestra economía, sino para todo el país”, añadió al apuntar contra los republicanos en la crisis de los niños indocumentados.
“Hoy, el líder de la mayoría republicana (John Boehner) me dijo que no se votaría una reforma migratoria en lo que resta del año. Y esto no tiene ningún sentido”, recriminó Obama, cuya advertencia de que echará mano de órdenes ejecutivas supone un claro reconocimiento de que la reforma migratoria esta muerta en lo que resta de 2014.
“Es triste y decepcionante que el presidente Barack Obama no vaya a trabajar con nosotros a la hora de reparar nuestro sistema de inmigración roto y que, en cambio, intente actuar solo con órdenes ejecutivas que no pueden y no van a arreglar esos problemas”, dijo Boehner en un comunicado.
Los republicanos consideran que la crisis se debe al “efecto llamada” que ha tenido el programa de Acción Diferida, que desde junio de 2012 ha beneficiado a unos 600 mil jóvenes indocumentados que llegaron a EU antes de 2007.
Congresistas demócratas y organizaciones proinmigrantes aplaudieron la decisión de Obama. “El antídoto a no hacer nada es hacer algo y el presidente está haciendo lo que el Congreso se ha negado a hacer”, dijo el congresista demócrata Luis Gutiérrez. “Este es el presidente por el que yo voté”, añadió.
Ira y encono
El mensaje de Obama, echando la culpa a los republicanos, intentó salir al paso del encono y enojo que desató la misiva que envió ayer al Congreso, en la que solicita poderes adicionales para deportar a los niños centroamericanos indocumentados, mayores sanciones para los traficantes de migrantes y fondos de emergencia para “una estrategia activa enfocada en el retiro y repatriación de los que han cruzado la frontera recientemente”. Aunque un funcionario dijo el fin de semana que Obama solicitaría 2 mmdd, no se especifica una cifra.
“Es indignante e inaceptable”, dijo Maria Elena Hincapié, del National Immigration Law Center, al asegurar que la crisis de los niños demanda una respuesta compasiva y de alcance regional. “La petición del presidente para regresar a unos niños a la situación de violencia de la que escaparon, contradice la noble historia de EU (como una nación fundada por inmigrantes)”, dijo.
Diversas organizaciones calificaron la decisión de Obama como un intento por desmantelar leyes aprobadas bajo la presidencia de George W. Bush en 2008 que indican que los menores de edad de naciones no contiguas a EU tienen que ser entregados al Departamento de Salud y Asuntos Humanitarios (HHS) en un plazo de 72 horas para ser ubicados con familiares y se prohibe su deportación inmediata.
“La agilización de los procedimientos para deportar a los niños socava la responsabilidad moral del gobierno frente a los seres más vulnerables y sorprende a la conciencia de la nación”, dijo Cristina Jiménez de United We Dream, que agrupa a cientos de miles de hijos de indocumentados. (Con información de agencias)