La policía disparó esta madrugada bombas de humo y gas lacrimógeno para dispersar una concentración de protesta en la comunidad de Ferguson, en Missouri, luego de que entrara en vigor un toque de queda.

Minutos después de entrar en vigor el toque de queda, decenas de personas continuaban protestando por la muerte del joven afroamericano Michael Brown, baleado por un policía blanco mientras caminaba por la calle el sábado 9 de agosto.

Según versiones sobre el suceso que se trata de esclarecer, Michael Brown caminaba por las calles de Ferguson cuando fue interpelido por una patrulla de policía y falleció a causa de los disparos del agente de policía Darren Wilson, cuya identidad se dio a conocer este viernes.

En tanto, el gobernador de Missouri, Jay Nixon declaró este sábado estado de emergencia en la localidad de Ferguson e impuso un toque de queda, tras la reanudación de disturbios y saqueos en la madrugada a raíz del asesinato del joven afroamericano.

La medida contempla que ningún residente o visitante a la ciudad podrá transitar por las calles entre la medianoche y las cinco de la madrugada (hora del centro de Estados Unidos) , y quien incumpla la orden será arrestado por la policía.

Un grupo de manifestantes de manifestantes se marcharon antes de que entrara en vigor el toque de queda, pero otros se negaron a abandonar la zona, por lo que los agentes comenzaron a disparar bombas de humo y gas lacrimógeno.

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