El esmog que desde hace una semana afecta a la ciudad de Pekín se agravó en el día de hoy, alcanzando máximos niveles de alarma sanitaria, algo que las autoridades achacan en parte a los petardos y fuegos artificiales que ayer se encendieron en toda la ciudad por el tradicional Festival de la Linterna.

Según informó la agencia oficial Xinhua, los niveles de partículas inferiores a 2.5 micras (las más nocivas para la salud) en la atmósfera alcanzaron el máximo nivel de peligrosidad, por lo que se recomienda a la población que evite actividades en el exterior, y a los más mayores que no salgan de casa.

El empeoramiento de la contaminación se debe en parte, según expertos citados por la agencia oficial, al tradicional encendido de artefactos pirotécnicos con el que se suele terminar el Festival de la Linterna, que conmemora la primera luna llena del año tradicional chino.

En Pekín, como en otras ciudades chinas, ése es el último de los 14 días del año (entre el Año Nuevo Lunar y la festividad de ayer) en el que se permite a los habitantes ejercer la milenaria costumbre de encender fuegos artificiales para ahuyentar los malos espíritus.

Por ello, muchos pequineses gastaron ayer todas sus "reservas" de fuegos artificiales, durante las horas previas a la medianoche las tracas y fuegos de artificio se oyeron en toda la ciudad y hoy los servicios de limpieza tuvieron trabajo extra para limpiar los restos de miles de artefactos pirotécnicos en todas las calles.

Esta semana la capital china fue calificada de "casi inhabitable para la vida humana" por su alta contaminación atmosférica, según un informe de la estatal Academia de Ciencias Sociales de Shanghái.

Las autoridades de la ciudad han prometido que se cerrarán 300 fábricas contaminantes a lo largo de este año para mejorar la calidad de aire.

jlc