Papa abre Sínodo de obispos sobre la Familia
INICIO. La basílica de San Pedro del Vaticano acoge la misa solemne que abre la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia. (Foto: AP )
La basílica de San Pedro del Vaticano acoge la misa solemne que abre la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de obispos sobre la Familia, convocada por el papa para abordar esta temática pastoral en el contexto de la evangelización.
La ceremonia, presidida por el pontífice argentino, reúne en el templo vaticano a las autoridades eclesiásticas y demás participantes que formarán parte de esta asamblea sinodal en la que, además, se tratarán otros temas "urgentes" como la pobreza, la inmigración o la violencia.
Estos encuentros tocarán a su fin el domingo 19 de octubre con la beatificación del papa Pablo VI, quien, además de concluir el decisivo Concilio Vaticano II, instituyó el Sínono de Obispos.
Tras la lectura del Evangelio, Bergoglio pronunció su homilía, en la que llamó a "cooperar" a los participantes en el Sínodo para cuidar de las familias y en la que criticó a "los malos pastores" que cargan sobre las personas "fardos" o responsabilidades que ni ellos mismos asumen.
Francisco recordó a los obispos que están llamados a "cultivar, dirigir y cuidar" al pueblo "con libertad, creatividad y laboriosidad" , una misión que -añadió- puede verse frustrada por "la codicia del dinero y del poder" .
El obispo de Roma recordó que las asambleas sinodales "no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente... Sirven para cultivar y guardar mejor la viña del Señor" .
Bergoglio subrayó la responsabilidad del clero de "cuidar" de la familia pero alertó de que también los miembros de la Iglesia pueden tener "la tentación de apoderarse" de la sociedad ("viña") .
"El sueño de Dios siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos. Podemos frustrar el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo" , añadió.
En esta asamblea sinodal participarán 253 personas, entre obispos, presidentes de Conferencias Episcopales de todo el mundo, jefes de Iglesias católicas orientales o miembros de la Curia Romana.
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