El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó hoy el asesinato de los tres estudiantes judíos desaparecidos el 12 de junio en Cisjordania, cuyos cadáveres aparecieron este lunes, y pidió evitar acciones desestabilizadoras.

"Estados Unidos condena de la forma más contundente posible este acto de terror sin sentido contra jóvenes inocentes", dijo Obama en un comunicado sobre la muerte de Eyal Yifrah, de 19 años, Gilad Shaar de 16, y Naftali Fraenkel, también de 16 y que tenía la doble nacionalidad israelí y estadounidense.

El gobernante dijo haber ofrecido su total apoyo a Israel y a la Autoridad Palestina para "encontrar a los culpables" y alentó a ambas partes a "seguir trabajando juntos en ese esfuerzo".

"Insto a todas las partes a evitar dar pasos que pudieran desestabilizar aún más la situación" , indicó el presidente, que expresó en nombre del pueblo estadounidense sus "más profundas y sentidas condolencias" a los familiares de los jóvenes.

"Como padre, no me imagino el indescriptible dolor que tienen que estar experimentando los padres de estos adolescentes", agregó.

El Ejército israelí halló hoy cerca de la ciudad palestina de Hebrón los cadáveres de los tres jóvenes, de cuyo asesinato las autoridades israelíes han acusado al movimiento islamista Hamás.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que Hamás "pagará" por el asesinato de los tres jóvenes, mientras que el movimiento islamista afirmó que hará responsable a Israel de cualquier escalada de violencia que se produzca y prometió al gobernante judío que "abrirá las puertas del infierno" si emprende una guerra contra Gaza.

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