El nuevo primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, renunció a su ciudadanía británica tras asumir oficialmente el cargo la semana pasada, según fuentes iraquíes próximas al gobernante.

Al-Abadi entregó su pasaporte británico después de que su gobierno recibiera la aprobación formal del Parlamento el 8 de septiembre, según tres miembros del gobierno cercanos a al-Abadi, que declinaron dar su nombre porque no están autorizados a comentar el asunto.

La constitución iraquí estipula que un ciudadano iraquí puede tener varios pasaportes. Sin embargo, cualquiera que asuma un puesto destacado de seguridad o gobierno debe renunciar a otras ciudadanías adquiridas.

Funcionarios de la embajada británica en Bagdad y en las oficinas de Interior y Exteriores en Londres declinaron hacer comentarios.

Al-Abadi se graduó en la Universidad de Manchester y pasó más de 20 años exiliado en Reino Unido.

prv