Varias decenas de tailandeses se han concentrado en el centro de Bangkok para protestar contra el golpe de Estado en desafío a la prohibición impuesta por la junta militar y al fuerte despliegue de soldados armados en las calles.

Los manifestantes mostraban pancartas con lemas como "queremos democracia" y "no le lames las botas a la dictadura", corearon "elecciones" y abuchearon a los soldados con los que mantuvieron algunos forcejeos.

Al menos tres manifestantes han sido detenidos por los militares en la protesta convocada en el distrito de Ratchaprasong -donde se concentran centros comerciales, hoteles y tiendas de lujo en la capital- pese a las amenazas de la junta.

El viceportavoz del Ejército, Winthai Suwaree, instó a la población a que se abstenga de unirse a estas manifestaciones y advirtió que en las actuales circunstancias no se pueden aplicar los principios democráticos normales.

"El Consejo Nacional para la Paz y el Orden no pretende todo esto por ninguna razón particular. Pero queremos devolver la felicidad a todos los tailandeses, y crear confianza y estabilidad en Tailandia de cara a la comunidad internacional", dijo Winthai en un anuncio televisado.

La junta hizo este anuncio después de que en los dos días anteriores varios cientos de personas se manifestaran en favor de la democracia en varios puntos de Bangkok y en distintas ciudades del país como Chiang Mai, en el norte, donde anoche hubo tres detenidos.

Los militares han derogado la Constitución, disuelto el Senado y creado un nuevo gobierno, formado por generales, que pretende realizar reformas políticas y económicas sin que de momento hayan puesto un plazo para devolver el poder a un gobierno civil.

La asonada, bienvenida por algunos sectores antigubernamentales y conservadores, ha sido criticada por gran parte de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, que ha cancelado contratos y maniobras conjuntas con los militares de Tailandia.

jlc