Un soldado libanés murió cuando elementos armados dispararon contra un autobús que transportaba militares en una carretera en la región de Akkar, limítrofe con Siria, informó la agencia oficial libanesa, ANN.

Tras el ataque, el ejército reforzó su despliegue en Akkar y estableció puntos de control entre las localidades de Halba y Kobayat, todas en el noreste del país.

Esta agresión contra las fuerzas armadas se produjo después de que los militares desactivaran una bomba en la ciudad septentrional de Trípoli, la segunda mayor del país.

La víctima era originaria de Kobayat, lo que ha provocado la reacción de sus vecinos, que han bloqueado la carretera principal y suspendido las clases en los colegios en señal de duelo.

Este ataque es el segundo contra el ejército en ocho días. El 9 de octubre pasado, un soldado murió y otro resultó herido por disparos en la entrada de la localidad de Rihaniye, también en Akkar.

Los ataques contra las Fuerzas Armadas han aumentado desde que combatieron a grupos yihadistas, entre ellos el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, en la región libanesa de Arsal, fronteriza con Siria.

Los yihadistas, que tienen secuestrados a 27 soldados y policías libaneses, acusan al Ejército de apoyar al grupo chií libanés Hizbulá, que combate en Siria junto a las tropas del presidente Bachar al Asad.

Desde el estallido del conflicto en la vecina Siria, en marzo de 2011, han aumentado los atentados, secuestros, enfrentamientos armados y otros actos violentos en el Líbano, dividido entre partidarios y detractores del régimen sirio.

jlc