Más de 90 personas, entre ellas 25 enviados de paz de la ONU, quedaron en cuarentena este miércoles en la capital de Mali, horas después de que un enfermero muriera de ébola tras tratar a un hombre de Guinea con síntomas parecidos al del virus que no fueron reconocidos.

El hombre, un imán musulmán, nunca fue sometido a exámenes de ébola. En una serie de ritos que podrían haber expuesto a muchas personas a la mortal enfermedad, su cuerpo fue lavado en una mezquita en Bamako y volvió a Guinea para ser enterrado sin que se tomaran precauciones para evitar el contagio del virus.

La Organización Mundial de la Salud dijo el miércoles que ahora hay cuatro muertes confirmadas y probables por ébola en Mali y agregó que uno de los casos es un amigo del imán que lo visitó en el hospital.

Un médico en la Clínica Pasteur donde trabajaba el enfermero también podría tener ébola y está siendo controlado. 

En tanto, unos 20 enviados de paz de la ONU que estaban en la clínica para recibir atención médica por heridas recibidas mientras estuvieron destinados en el violento norte del país, quedaron en cuarentena por precaución, dijo la ONU, que no especificó sus nacionalidades.

Mali, el sexto país de África Occidental en registrar casos de ébola, comparte una frontera de 800 kilómetros con Guinea, que junto a Liberia y Sierra Leona ha sido afectada por un brote que ha dejado más de cinco mil muertos este año.

Las zonas de Bamako en cuarentena incluyen la clínica, la mezquita donde el cuerpo del imán fue lavado y las casas en las que vivió el enfermero y el líder religioso se alojó.

El Gobierno dijo que el martes se confirmó que el enfermero tenía ébola y horas más tarde se produjo el fallecimiento. Se han tomado las medidas necesarias para definir quién estuvo en contacto con el trabajador de la salud, agregó.

El caso del enfermero no está relacionado con la primera víctima de ébola en Mali, una niña de 2 años proveniente de Guinea que murió el mes pasado. 

Un grupo vinculado a la niña completó el martes una cuarentena de 21 días.

La Clínica Pasteur, uno de los mejores centros médicos de Bamako, fue cerrada por la policía el martes por la noche.

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