En medio de tanta incertidumbre política, el Cono Sur también tiene un espacio para el sentido común. Tal vez haya pocos políticos con tanto de ese material (el sentido común) tan escaso, como el presidente uruguayo, José Mujica. La decisión de darle status de refugiados a los seis ex reos de Guantánamo, no sólo fue un acto en defensa de los derechos humanos, sino que volvió a Uruguay y a Sudamérica como un territorio de Paz.

Son los últimos meses de Mujica en el poder y ese decisión política le ganó elogios y críticas. Pero es o poco importa para un hombre que pasó 13 años, la mayoría de ellos en condiciones tan infrahumanas como los seis ex detenidos en la base estadounidense en territorio cubano.

Y en un territorio de paz, sólo falta que Colombia termine por zanjar las diferencias, una vez superado el ´impasse´  por el secuestro de un general y otras dos personas, para poner fin a una guerra de medio siglo. Esta semana el gobierno y la guerrilla oirán testimonios del sufrimiento que ese conflicto, les causó a los colombianos. Una de las primeras  en prestar el testimonio será la ex senadora Piedad Córdoba.

Mientras la paz va ganando lugar, en Argentina la guerra entre el Poder Ejecutivo y el Judicial va cobrando fuerza. Un Vicepresidente, Amado Boudou, convertido en el primero en su especie en ser sometido a un juicio oral y las empresas de la presidenta, Cristina Kirchner, en la mira de la Justicia, volverán a marcar el ritmo de la semana. Nueva evidencias y nuevas pesquisas judiciales volverán a tener a varios funcionarios del gobierno y a varios hombres cercanos a  la presidenta, en los expedientes judiciales. Todo mientras la campaña rumbo a las presidenciales comienza a calentarse y el clima de final de época va marcando el ritmo del acontecer político. Todo con escaso sentido común. Ese ingrediente tan valioso, que Mujica en Uruguay, parece haberlo monopolizado en los últimos años.