Al menos 18 palestinos resultaron heridos hoy en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes después del funeral del adolescente Muhammed Abu-Khdeir, presunta víctima de venganza por el asesinato de tres jóvenes judíos en Hebrón.

Miles de palestinos participaron la tarde de este viernes en el funeral de Abu-Khdeir, de 16 años, que tuvo lugar en el barrio de Shoafat, en Jerusalén Este, horas después de que las autoridades entregaron los restos mortales a su familia.

La tensión comenzó desde temprana hora con el amplio despliegue de las fuerzas de seguridad israelíes, que bloquearon los cruces entre Jerusalén Este y el resto de la ciudad antes del funeral en previsión de probables brotes de violencia.

Autoridades palestinas consideraron incluso que el objetivo de la obstrucción de las carreteras también era impedir que miles de personas asistieran al funeral, de acuerdo con reportes del diario israelí Haaretz.

Sin embargo, la violencia apareció después del servicio funerario cuando cientos de jóvenes enmascarados se enfrentaron con las tropas israelíes, contra quienes arrojaron piedras y cócteles molotov, en tres sitios diferentes.

Los soldados israelíes respondieron a la agresión con municiones reales, balas de goma y gases lacrimógenos, éstos para dispersarlos, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y agregaron que 18 jóvenes palestinos sufrieron lesiones.

Las autoridades sospechan que extremistas israelíes mataron a Abu-Khdeir en venganza por el secuestro y asesinato de tres estudiantes judíos, que ha sido una de las principales causas del recrudecimiento de la violencia en Jerusalén.

Este viernes las FDI y militantes palestinos continuaron disparando hacia el territorio del otro, aunque con menor intensidad que en los últimos días.

Por la mañana, militantes del grupo Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, aseguraron estar listos para detener sus ataques con cohetes y morteros contra el sur de Israel, si las FDI suspendían sus bombardeos sobre territorio palestino.

Sin embargo, más tarde el grupo islámico indicó que no se había alcanzado ningún acuerdo de cese al fuego.