Israel planea desplazar a 12 mil 500 beduinos
El gobierno israelí ha comenzado a avanzar en sus planes para trasladar de forma forzosa a más de 12 mil 500 beduinos que viven en el anillo de Jerusalén Este y recolocarlos en otra zona de Cisjordania, denuncia hoy el diario local "Haaretz".
Según la publicación, desde finales de agosto la Administración Civil Israelí en los territorios ocupados palestinos ha publicado nueve extractos del proyecto para la construcción de una nueva ciudad en torno a la localidad de Jericó, esta última bajo pleno control palestino.
"Los planes han sido diseñados sin que se haya consultado a los beduinos sobre su deseo de vivir allí y en violación de las recomendaciones del Tribunal Supremo", explica el Haaretz
En las notas explicativas del plan, cuyo plazo de objeción es de 60 días, la administración israelí argumenta que "se ajusta a los cambios dinámicos que se dan en la sociedad beduina para pasar de una forma de vida agrícola a una sociedad moderna en la que se ganen la vida con el comercio, el servicio y el intercambio tecnológico.
De acuerdo con la publicación, la ciudad está diseñada para los 12.500 miembros de las tribus Jahalin, Kaabneh y Rashida y será la tercera localidad de estas características que Israel ponga en marcha para forzar el desplazamiento de beduinos.
La primera ya está habitada por unos 300 miembros de la tribu Jahalin, aunque el plan de desarrollo ha sido interrumpido por su proximidad al vertedero de Abu Dis, una de las aldeas palestinas en el anillo de Jerusalén.
La segunda, situada en el norte del valle del Jordán, está aún bajo planificación.
"La concentración de beduinos en unas pocas aldeas permanentes representa la culminación de proceso emprendido hace 40 años para limitar el pastoreo, restringir las migraciones e impedir que puedan asentarse en lugares donde han vivido en décadas. Este proceso se ha acelerado tras los Acuerdos de Oslo de 1993", denuncia "Haaretz".
Desde entonces, la administración civil israelí en los territorios ocupados ha ordenado la desinstalación de cientos de tiendas de campaña y la demolición de viviendas precarias, algunas pagadas por la UE.
Consultado por "Haaretz", el abogado Shlomo Lecker, que ha defendido a un centenar de beduinos, denunció que estos sufren discriminación por parte del gobierno israelí frente a los beneficios que se otorga a los colonos.
La publicación revela, asimismo, que el último de los planes ha sido otorgado a una empresa palestina llamada "Asia" con sede en Ramala.
Aún así, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se opone a los planes, ya que dice interfiere con su propio proyecto de construir una ciudad en la misma zona.
El lugar elegido por Israel pertenece al denominado "área C", una superficie palestina bajo control civil y militar de Israel que este país está obligado a entregar a los palestinos según los acuerdos de paz de Oslo de 1993.
La zona es adyacente a la ciudad de Jericó, zona A según Oslo, y bajo control civil y de seguridad palestino.
Jamil Hamadin, miembro de la tribu Jahalin, se quejó al "Haaretz" de que la administración no les ha consultado y que la decisión de juntar a tres tribus en una misma ciudad, incluso a clanes de una en el mismo espacio, atenta contra sus costumbres.
Miembros de esta tribu ya fueron desplazados forzosamente en 1997 de un área a las afueras de Jerusalén Este que después Israel usó para ampliar la colonia de Maale Adumin, ilegal de acuerdo con el derecho internacional.
Un portavoz citado pro "Haaretz" asegura, sin embargo, que la oficina de Coordinación del gobierno israelí para asuntos de los territorios se ha reunido en numerosas ocasiones con líderes de las comunidades beduinas.
prv