Israel-Gaza, los motivos de la guerra
LLANTO. Familiares del líder de la Yihad Islámica palestina, Mohammed Sweilem, muerto en un bombardeo aéreo israelí, asisten a su funeral el sábado, en el campo de refugiados de Jabalya, en el norte de Gaza. (Foto: MOHAMMED SALEM / REUTERS )
JERUSALÉN.— La nueva etapa en la guerra entre Israel y la organización integrista islámica Hamas que gobierna la Franja de Gaza, es un hecho desde hace ya casi una semana y claro está que la crisis va en aumento.
Israel prosigue e intensifica sus ataques contra blancos de Hamas en la Franja de Gaza y Hamas y otros grupos radicales palestinos también continúan sus disparos de misiles hacia territorio israelí.
En ambas partes, no pocos se preguntan ¿cómo hemos vuelto a llegar a esta situación? Está por demás decir que israelíes y palestinos no concuerdan al respecto.
Cabe recordar que en septiembre de 2005 Israel se retiró de la Franja de Gaza por orden del entonces premier Ariel Sharon. Gaza quedó libre de la presencia militar israelí, de los asentamientos, pero ello no inició una era de paz. El disparo de los misiles desde Gaza a Israel se intensificó a pesar de la retirada, según Hamas y otros grupos, “porque la ocupación continúa cometiendo crímenes contra los palestinos en Cisjordania”.
A ojos de Israel, la motivación era simplemente atacarle y no dejarle en paz. El término “tensa calma” reflejó, en general, un goteo de morteros o cohetes más o menos espaciados, a los que Israel solía responder con ataques puntuales, más que nada dirigidos a los lanzacohetes o inclusive a blancos abiertos, vacíos.
La última etapa de escalada se intensificó a partir del 13 de junio. La noche previa, tres jóvenes israelíes fueron secuestrados e Israel responsabilizó de inmediato a Hamas, por lo cual lanzó un intenso operativo de búsqueda en la zona de Hebrón, en Cisjordania. Cientos de palestinos, la mayoría de Hamas, fueron detenidos. Cuando los cuerpos de los jóvenes israelíes, sin vida, fueron hallados 18 días después, la escalada en el sur, ya era seria.
Al día siguiente de ser encontrados los cuerpos de los tres, fue confirmado el asesinato del adolescente palestino Muhammad Abu Hedeir, por el cual los palestinos acusaron de inmediato a extremistas israelíes, lo que se confirmó recién días después. Ello caldeó los ánimos aún más. La escalada en el sur, que ya había comenzado, ardió con mayor potencia. “La inundación de cohetes de Gaza —más de 100 por día—, hizo la contención del premier Netanyahu, cada vez más difícil”, escribió un analista del periódico israelí Yediot Ahronot.
La periodista palestina Asmaa al Ghoul, que escribe en el portal árabe “Al Monitor”, describió en una de sus notas los contactos entre las distintas facciones palestinas en Gaza, revelando complicaciones que incidían en la escalada.
Relató cómo un miembro de Hamas dijo que en una reunión con las demás facciones, habían acordado “no disparar misiles, pero cada día disparan 20”, lo cual le llevó a la conclusión de que “alguien ha roto el acuerdo”. Sin embargo, debido a la furia por el asesinato de Abu Hedeir, según cuenta la cronista palestina, “decidimos no prestar atención a esos misiles”.
Según cuenta Al Ghoul, el líder de la Yihad Islámica Khaled el Batsh acusó a “la ocupación israelí”. En una rueda de prensa en Gaza, Abu Obeida, portavoz del brazo armado de Hamas, fue interrogado sobre “la violación de la tregua con el disparo de misiles desde Gaza”. Pero él rechazó la presentación de los hechos: “Es la ocupación la que violó el alto el fuego. Las Brigadas Izz al Din Al-Qassam son plenamente conscientes de la situación en el terreno y dirigen las batallas tal cual consideran apropiado”.
Visiones encontradas
Lo que para los palestinos es totalmente legítimo, para los israelíes era una provocación insostenible. “¿Qué país del mundo se mantendría en silencio si le atacan con misiles?”, preguntó retóricamente Tzvika Foghel, brigadier general en la reserva, alto oficial del comando sur en el ejército israelí. “¿Algún país al que le secuestraran tres chicos se abstendría de reaccionar y de buscarlos por cielo y tierra? Se espera de Israel cosas que ningún país normal haría”, agregó.
En su opinión, el operativo en curso fue impuesto a un Israel que no lo quería. Ahora, la pregunta es qué puede pasar, qué depara el futuro cuando termine el operativo actual y haya que decidir en qué dirección ir.
Pocos días antes del inicio del operativo israelí, cuando la escalada en la frontera entre Israel y Gaza ya era un hecho, el periodista palestino Daud Kuttab escribió en “Al Jazeera” que “hay indicios de que este año 2014, no traerá la paz que palestinos e israelíes ansían hace tanto”. Agregó: “Israel estaba experimentando recientemente el mayor periodo de calma, pero sin una solución política que incluya el fin de la ocupación, no se puede decir cuándo terminará el actual círculo de violencia”.
Para el israelí Tzvika Foghel, esta situación debe terminar, en otras condiciones. “Hoy en día, la única forma de hacer que Israel pueda solucionar las cosas, es entrar a la Franja de Gaza, terminar con Hamas, la Yihad Islámica, los Comités de Resistencia Popular y otros grupos, tanto sus miembros como sus armas e infraestructuras. Destruirlos y salir. Tirar abajo su régimen”.
En opinión de Najum Barnea, la situación es más complicada, si se recuerda que “si Israel asesta un golpe crítico a Hamas, hay que preguntarse quién llenará el vacío que deje en Gaza” y que “Gaza podría convertirse en una anarquía, como Somalia, o un refugio de organizaciones afiliadas con Al-Qaeda como ya ha pasado en el Sinaí, el norte de Irak y algunas partes de Siria”. Barnea resume: “En otras palabras, Hamas es malo, pero puede ser que las alternativas sean peores”.