JERUSALÉN/GAZA.— Los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza continuaron ayer por quinto día consecutivo sin ninguna señal de que la violencia vaya a cesar, con una cifra de muertos que de acuerdo con los equipos de rescate palestinos asciende ya al menos a 145 y con más de 900 heridos.

Un ataque aéreo israelí contra la casa del jefe de policía de la ciudad de Gaza dejó ayer 15 niños palestinos muertos, informó el Ministerio de Salud de Gaza. Según funcionarios médicos, del total de fallecidos desde el martes, 82 son civiles, incluyendo 25 niños. Pese a los numerosos llamados a la calma, el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, aseguró a los medios que Israel se prepara para más “largos días de combates”. El portavoz militar Moti Almoz dijo que Israel seguirá presionando con su campaña aérea “en las próximas 24 horas”, que aún hay “muchos” blancos que atacar y que el ejército se alista para el siguiente paso, que podría ser una ofensiva terrestre.

Por primera vez desde que comenzó la ofensiva “Margen Protector” el pasado martes, Israel bombardeó de forma deliberada una mezquita, ubicada en un campo de refugiados, que fue reducida a escombros. El portavoz militar israelí Peter Lerner aseguró que dentro había oculto un almacén de armas. Fuentes palestinas informaban anoche que por lo menos 15 personas habían muerto y más de 20 habían resultado heridas en ese ataque.

Entre tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió ayer un alto el fuego entre israelíes y palestinos en la Franja de Gaza y expresó su “seria preocupación” por la protección de los civiles de ambos lados. En una declaración conjunta, los 15 miembros del Consejo de Seguridad pidieron “reducción de la escalada de la situación, la restauración de la calma y el restablecimiento del alto el fuego de noviembre de 2012”.

Un alto oficial del ejército israelí dijo ayer que se transmitirían mensajes a la población palestina del norte de la Franja de Gaza, de desalojar sus viviendas, con la intención de intensificar los ataques contra blancos que Israel considera sirven especialmente a los disparos de los misiles de largo alcance hacia territorio israelí. “El liderazgo de Hamas se esconde en bunkers subterráneos y usa a la población”, acusó el oficial, citado anónimamente por medios locales. Dio a entender que Israel se dispone a recurrir en Gaza a tácticas y tipos de ataques no llevados a cabo hasta ahora, en un evidente intento de escalar su ofensiva contra Hamas.

También Hamas intentó ayer dejar en claro que sus ataques contra Israel continúan con intensidad, anunciando inclusive al anochecer , en un mensaje transmitido en su propia emisora televisiva y hasta escrito y leído en hebreo, que a las 21:00 hora local, desafiarían a la batería antimisiles “Cúpula de Hierro”, lanzando un ataque masivo hacia Tel Aviv. El ejército tomó el mensaje en serio y también la población. A las 21:01 comenzaron a sonar las sirenas no sólo en Tel Aviv sino en toda la zona metropolitana llamada Gush Dan.

Todo esto, mientras en estos momentos parecen ser dos las opciones claves aunque contradictorias: una incursión terrestre de Israel a Gaza (o al menos la ampliación segura del operativo, desde el aire), o un alto el fuego. Ayer se confirmó que ya hay diversas propuestas extranjeras para apagar la violencia, especialmente de Turquía y Qatar.

Anoche quedaba abierta la pregunta de si acaso a esta compleja situación, se agregaba un nuevo frente, cuando comenzaron a sonar las sirenas en localidades en el norte del país, por el disparo de cohetes desde el Líbano. Se estima que los responsables son miembros de alguna organización palestina, no de la libanesa proiraní Hezbolá. (Con información de agencias)