Los residentes de una ciudad chií sitiada por milicianos suníes están haciendo un llamado al ejército para que les ayude a terminar con el asedio, dijo el miércoles un legislador iraquí.

Fawzi Akram al-Tarzi dijo que cerca de 15 mil turcomanos chiíes en la localidad de Amirli han sufrido durante los últimos dos meses el asedio de milicianos afiliados al grupo Estado islámico, una escisión de al-Qaida.

El legislador añadió que el ejército ha lanzado desde el aire algunas armas y suministros a la gente del pueblo que ejerce una resistencia feroz. Amirli está unos 170 kilómetros (105 millas) al norte de Bagdad.

El Estado Islámico se ha apoderado de grandes extensiones de territorio en el oeste y el norte de Irak.

El residente Jaafar Kadhim al-Bayati dijo por teléfono que los niños en Amirli se están enfermando y que la ciudad necesita más ayuda.

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