Inician plan de seguridad para pacificar el norte del Líbano
El Ejército libanés, apoyado por la policía, comenzó hoy a aplicar un nuevo plan de seguridad para pacificar la ciudad de Trípoli, en el norte del país, donde la última ola de violencia ha causado una treintena de muertos.
A partir de las 06.00 hora local (03.00 GMT), soldados y policías se desplegaron en los barrios rivales de Yabal Mohsen, de mayoría alauí, y de Bab el Tebaneh, de predominio suní, según la agencia oficial libanesa ANN.
Los enfrentamientos sectarios en Trípoli tienen como trasfondo la guerra en Siria, ya que el primer barrio es favorable al presidente sirio, Bachar al Asad, que pertenece a la secta alauí, mientras que el segundo respalda a los insurgentes sirios.
El nuevo plan de seguridad, elaborado por el Consejo Superior de Defensa y aprobado por el Gobierno libanés la semana pasada, se aplicará más adelante en la localidad de Akkar, el valle oriental de la Bekaa y en Beirut.
En Trípoli, las fuerzas de seguridad retiraron hoy las barricadas levantadas por los milicianos, cerraron los accesos a los citados barrios y están controlando a los transeúntes, exigiendo los documentos de identidad.
Helicópteros de reconocimiento del Ejército sobrevuelan la ciudad, mientras que unidades terrestre efectúan pesquisas para detener a las personas buscadas por la justicia.
Al menos diez personas han sido arrestadas en los barrios de Kobbe, Bakkar, Bab el Tebaneh y Yabal Mohsen en estas redadas, que han incluido la vivienda del líder alauí fugitivo Rifat Eid.
Los servicios de internet de las dos compañías de telefonía móvil, Alfa y Touch, están interrumpidos hoy en Trípoli, según los medios locales.
Las nuevas medidas de seguridad en Trípoli permitieron la reanudación de las actividades comerciales y educativas, con la apertura de los colegios y las universidades.
Los vecinos de Bab el Tebaneh y Yabal Mohsen se han enfrentado con frecuencia desde el inicio del conflicto en Siria en 2011. Los últimos choques estallaron a mediados de marzo pasado, y se saldaron con una treintena de muertos y más de 150 heridos.
Desde 2011, la seguridad se ha deteriorado en el Líbano con un aumento de enfrentamientos sectarios, atentados terroristas y bombardeos en zonas fronterizas.
jram