Normandía: ceremonia abre diálogo en Ucrania
Video. Líderes mundiales, dignatarios y un número de veteranos de la Segunda Guerra Mundial se reunieron este viernes para conmemorar el 70 aniversario del Día-D, cuando las tropas aliadas invadieron la Francia ocupada por nazis
MEMORIAS. Veteranos de la Segunda Guerra Mundial se dan las manos mientras cantan "Auld Lang Syne" (la canción del adiós) en Arromanches-les-Bains, Francia. (Foto: LEON NEAL / AP )
BENOUVILLE, Francia (Agencias).— El presidente electo ucraniano, Petro Poroshenko, dijo ayer que acordó con su homólogo ruso Vladimir Putin, que un emisario de Moscú viajará a Kiev para abordar los primeros pasos para solucionar el conflicto en el este de Ucrania, tras el primer encuentro entre ambos desde la anexión de Crimea a Rusia, mientras líderes mundiales conmemoraban el 70 aniversario del desembarco de Normandía en Francia durante la Segunda Guerra Mundial.
“A Ucrania vendrá un representante ruso con el que discutiremos los primeros pasos para el arreglo de la situación y el plan que yo he presentado como presidente y que contempla una serie de pasos por parte de la Federación Rusa y otros por parte de Ucrania”, dijo Poroshenko a la prensa y adelantó que las negociaciones comenzarán este mismo domingo.
El líder ucraniano, que jura su cargo hoy, aseguró que aunque sea aún prematuro, existen “bastantes posibilidades” de implementar el plan de solución pacífico del conflicto en el este, escenario de combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes prorruso.
Sin embargo, la situación es complicada, como demostraron poco después las declaraciones del jefe de gobierno ucraniano, Arseni Yatseniuk, quien acusó a Rusia del derramamiento de sangre en el este de Ucrania. “No fuimos nosotros quienes empezamos la guerra, sino Rusia contra nosotros”, dijo a una televisora. “Rusia debe asumir la responsabilidad de que ciudadanos ucranianos sean asesinados por armas rusas y con dinero ruso”, subrayó.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había pedido Putin, durante un encuentro informal en Francia, que aprovechara la oportunidad de aliviar la tensión en Ucrania tras la elección de Poroshenko como jefe de gobierno de la ex república soviética, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
“El presidente Obama dejó claro que una baja de la tensión depende de que Rusia reconozca al presidente electo Poroshenko como el líder legítimo de Ucrania, cese su apoyo a los separatistas del este de Ucrania y detenga el suministro de armas y material en la frontera”, dijo el asesor de seguridad, Ben Rhodes, a reporteros que acompañan a Obama en la conmemoración del Día D en Francia.
“Si Rusia aprovecha esta oportunidad para reconocer y trabajar con el nuevo Gobierno de Kiev, el presidente Obama indicó que puede haber una apertura para reducir la tensión”, añadió.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que Putin y Obama se pronunciaron a favor de un cese rápido de la violencia en el este de Ucrania.
Urge tregua
El mandatario ruso dijo ayer que es necesario lograr de inmediato una tregua en el este de Ucrania para crear las condiciones que faciliten un diálogo. El presidente electo de Ucrania debe mostrar “buena voluntad” y “sabiduría de estadista”, agregó Putin al hablar con reporteros en Normandía. Añadió que Moscú está dispuesto a entablar un diálogo constructivo con Ucrania sobre el dinero que le adeuda a Rusia por envíos de gas.
La canciller alemana Angela Merkel también tuvo su reunión con Putin en Normandía, que duró algo más de una hora, en la que pidió al presidente ruso que haga todo lo que esté en su mano para estabilizar la situación en Ucrania.
Unos 20 jefes de Estado y de gobierno se reunieron ayer en Francia, invitados por el presidente Francois Hollande, para conmemorar el 70 aniversario del desembarco aliado en Normandía.
Los líderes recordaron así lo ocurrido el 6 de junio de 1944, cuando 130 mil soldados aliados desembarcaron en territorio ocupado por los nazis. El evento puso al presidente ruso por primera vez cara a cara con los líderes occidentales desde la anexión de Crimea por parte de Rusia, una acción que desató condenas a nivel internacional.
El líder ruso no sólo asistió al almuerzo en el castillo de Benouville, un símbolo de la resistencia francesa, sino que también a la ceremonia en la playa de Sword.
“Ustedes siempre estarán aquí, presentes en su espíritu en estas playas”, señaló Hollande a los veteranos de guerra que se encontraban entre los miles de invitados, que incluyeron a miembros de la realeza como la reina Isabel II de Inglaterra.
Una compañía de actores recreó más tarde momentos clave de la guerra, en medio de redobles de tambor e imágenes de archivo proyectadas en la playa.
Previamente, Hollande y Obama habían homenajeado a los 4 mil 400 soldados caídos el mismo Día D en los encarnizados combates con las tropas de la Alemania nazi con una ceremonia en el cementerio de Coleville-sur-Mer, mientras la reina Isabel II, el príncipe Carlos y el primer ministro británico David Cameron asistían a una misa en la catedral de Bayeux.
Luego, los jefes de Estado y de gobierno de 19 países se reunieron a almorzar en el castillo Benouville.
Tras el almuerzo, Merkel visitó el pueblo de Ranville y su cementerio, cuyos 2 mil caídos en guerra incluyen a más de 300 alemanes. “Estamos agradecidos con estos aliados que realizaron semejantes sacrificios para lograr un día la liberación del nacionalsocialismo”, dijo.