EU: Obama va por un año de acción
DEMANDA. Activistas piden una reforma migratoria frente al Capitolio, en Washington, en esta imagen de diciembre pasado. (Foto: ARCHIVO AP )
WASHINGTON.— Tras su retorno vacacional de fin de año en Hawai, el presidente Barack Obama ha recuperado el brío y la ilusión con un gran objetivo en mente para el 2014: escapar de la sombra de un annus horribilis en el 2013 y relanzar su agenda del cambio en este año que inicia.
“El 2014 será un año de mucha acción”, pronosticó el presidente de Estados Unidos en la que fue su última conferencia de prensa del 2013. Tras largas sesiones de golf en Hawai, Obama retornó a su actividad normal con la esperanza de conjurar los demonios de un obstruccionismo republicano que ha ralentizado su agenda del cambio para sacar adelante temas tan sensibles como una reforma migratoria justa y amplia.
“La reforma migratoria será la prioridad del presidente en 2014”, aseguró un funcionario de la Casa Blanca nada más retornar a la actividad normal. Pero, además, el mandatario debería hacer frente a problemas que estallaron en 2013, como la práctica del espionaje masivo, que le granjearon el encono de los ciudadanos, las protestas de países amigos y que podría llegar ante la Suprema Corte ante las diferencias de opinión de dos magistrados de cortes federales que han avalado o cuestionado su carácter constitucional.
La próxima semana el presidente dará a conocer las nuevas reglas que deberá seguir a rajatabla la Agencia Nacional de Seguridad NSA para mantener con vida sus programas de espionaje a cambio de una mayor transparencia y rendición de cuentas. Los objetivos del presidente para este año figurarán en el mensaje sobre el Estado de la Unión que pronunciará el día 28 . En contra de los planes de Obama está la leyenda de la maldición en el segundo mandato, fenómeno relacionado con el inevitable desgaste en el poder y la aparición de escándalos de diversa índole.
Ahí esta el caso de Richard Nixon y el escándalo del Watergate que le obligó a renunciar a la presidencia. O los escarceos amorosos de Bill Clinton con la becaria Mónica Lewinsky, que le colocaron en la antesala de una vergonzosa retirada.
A George W. Bush lo afectó la parálisis del gobierno durante el huracán Katrina en Nueva Orleáns y el saldo de las guerras en Irak y Afganistán lo desangraron hasta el final de su segundo mandato.
En el caso de Obama, el inicio de su segundo mandato se vio lastrado por los escándalos de espionaje y el daño autoinflingido tras el tropiezo inexplicable de sus planes para ampliar la cobertura del seguro médico a más de 40 millones de personas.
Sólo estos dos factores consiguieron hundir su imagen por debajo de 40% de aceptación. “En los últimos años, hemos pasado por al menos 15 situaciones cercanas a la muerte”, reconoció Obama en su última rueda de prensa del 2013, en alusión a la pésima racha de problemas y dificultades que han lastrado el arranque de su segundo mandato.
Indicadores a su favor
A favor del presidente están los más recientes indicadores en materia de empleo y crecimiento económico. “Hoy la economía ha vuelto a cobrar vida, la bolsa de valores se encuentra al alza y el desempleo a la baja (7%).
Además, demócratas y republicanos han alcanzado un acuerdo presupuestario que evitará otro cierre de gobierno” en el inicio del 2014, consideró Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.
Después de un annus horribilis en el 2013, el año que arranca podría ser el de la recuperación definitiva para una economía que ha sorprendido con 4.1% de crecimiento en el último trimestre. Aunado a ello, el índice de Standar & Poor´s subió en un 27% en un año, una cifra sin precedentes desde 1997.
“No hay duda: 2013 fue un año horrible para Barack Obama”, consideró Julian Zelizer, analista de la Universidad de Princeton.
“Sin embargo, hoy hay buenas razones para vaticinar que el presidente terminará su segundo mandato en mucho mejor forma que el año pasado”, añadió Zelizer en referencia al apurado control de daños de Obama para recuperarse del traspiés en la implementación de la ley de salud y, sobre todo, el positivo avance de la economía.
En caso de que Obama consiga recuperar su capital político, su esfuerzo se concentrará en la aprobación de una reforma migratoria, así como en una lucha mucho más frontal contra el calentamiento global.
“Si los republicanos tienen algo de inteligencia, no podrán seguir escabulléndose de un debate y un voto a favor de una reforma migratoria en el 2014”, consideró Juan José Gutiérrez, de la organización Vamos Unidos USA.
“Si le siguen dando la espalda al debate de una reforma migratoria, el annus horribilis de Obama en 2013 se transformará en su propia pesadilla en el 2016, cuando podrían perder una vez más la presidencia”, sentenció.