EU apoya al nuevo premier de Irak
CANSANCIO. Niños de la secta yizadí huyen de la violencia del Ejército Islámico hacia la frontera siria, por los márgenes del monte Sinjar . (Foto: RODI SAID / REUTERS )
WASHINGTON.— El gobierno de Estados Unidos aceleró ayer la entrega de armas y municiones a las fuerzas del ejército kurdo que defienden la ciudad de Irbil, al norte de Irak, contra la embestida de las fuerzas yihadistas del Estado Islámico (EI), al tiempo que el presidente de Irak, Fuad Masum, designaba a Haider al-Abadi, vicepresidente del Parlamento como nuevo primer ministro con la misión de formar un nuevo gobierno que calme las disputas internas.
El presidente Barack Obama dio un breve mensaje desde su residencia veraniega en Martha´s Vineyard para reafirmar su respaldo a Al-Abadi, que tiene 60 días para formar un nuevo gobierno a quien ofreció todo el apoyo de EU para iniciar un proceso de transición a la normalidad: “EU está listo para cooperar con el nuevo gobierno”, dijo Obama, en un acto que ha buscado neutralizar el desafío del hoy ex primer ministro, Nouri al-Maliki, quien se resiste a abandonar el cargo.
Obama instó a Al-Abadi, considerado símbolo de la reconstrucción iraquí, a formar un gobierno inclusivo y capaz de “unir a las diferentes comunidades”. Por su parte, Al-Maliki, desplegó milicias leales y fuerzas especiales, tras acusar a Masum de abusar de su autoridad.
Las dificultades para agilizar la entrega de armas a través de los canales formales del Departamento de Defensa obligaron a la administración Obama hacer las entregas a través de la CIA, evidenciando la urgente necesidad de contener el avance de las fuerzas yihadistas que han capturado varias localidades e infraestructuras estratégicas en el sur y el norte de Irak.
Mientras, el Departamento de Estado y contratistas de petroleras como Exxon Mobile y Chevron que operan en Irbil, rica en yacimientos, apuraban los traslados de personal no indispensable a países vecinos, en un ambiente de zozobra e incertidumbre que parecía arrastrar a EU a un nuevo escenario de guerra abierta.
En su mensaje de ayer, Obama reiteró que su gobierno continuará su campaña limitada de ataques aéreos en el norte de Irak, además de la asistencia a poblaciones que huyen de ese grupo. Al respecto, ayer el Pentágono indicó que los ataques aéreos han reducido la capacidad operativa del Estado Islámico, pero que es poco probable que haya debilitado sustancialmente a la organización.
El teniente general William Mayville Jr., oficial de alto rango del Pentágono, dijo que los ataques habían interrumpido temporalmente el avance del EI hacia Irbil, capital del Kurdistán iraquí, pero tenían escasa opción de impactar sus operaciones en otras zonas. Fuentes del gobierno kurdo citadas por CNN consideraban demasiado tarde la entrega de un armamento que, además, sigue sin rivalizar al que poseen las fuerzas de los extremistas. La policía local informo que el EI tomó Jalawla, a 115 kilómetros de Bagdad.
El presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, el republicano Ed Royce, junto con el senador por Arizona John McCain, insistían en la necesidad de que EU vaya más allá de los ataques aéreos selectivos y el envío de armamento. “Conforme pasa cada día, las fuerzas de Ejército Islámico se fortalecen más y se convierten en una amenaza más peligrosa”, advirtió McCain. La inseguridad ha obligado al Departamento de Estado a evacuar a parte de su personal a otras partes de Irak o a sus representaciones en Jordania o Kuwait. (Con información de agencias)