LA HABANA.— La disidencia cubana denunció ayer que el gobierno de Cuba lanzó un plan de amenazas, arrestos domiciliarios y otras represalias para impedir que grupos opositores internos se entrevisten con representantes de los gobiernos de América Latina y el Caribe que participan en esta capital en la II Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), martes y miércoles.

Las Damas de Blanco, que exigen la liberación de sus familiares que sufren presidio político, denunciaron que “estamos bajo amenaza” de detenciones provisionales, por su pretensión de entrevistarse con delegados latinoamericanos y caribeños. Berta Soler, vocera de esa organización, dijo a EL UNIVERSAL que en la cumbre planeaban reunirse con varias primeras damas y con las presidentas de Brasil, Dilma Rouseff, y de Argentina, Cristina Fernández.

El régimen cubano, que acusa a los opositores de ser mercenarios al servicio de Estados Unidos, reacciona molesto cuando autoridades extranjeras se reúnen en la isla con disidentes, que actúan en la ilegalidad y sus agrupaciones políticas están prohibidas, pues el único partido legal es el Comunista.

“Más de 100 Damas de Blanco desde el viernes 24 han sido citadas, llevadas a unidades policiales, han sido amenazadas y advertidas por la fuerza represiva, la Seguridad del Estado” de que ayer estaría prohibido que, como todos los domingos, las mujeres desfilaran por la Quinta Avenida —una de las principales vías capitalinas—, tras acudir a misa a un templo católico, informó Soler. La caminata siempre sí se realizó ayer y “las que no están, están detenidas”, subrayó.

La delegación de Costa Rica estudia una petición del disidente Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, para reunirse con algún integrante de la comitiva de la presidenta costarricense, Laura Chinchilla.

“Costa Rica es la capital de los derechos humanos, no sólo porque (en 1969) allí se suscribió la Convención Americana de Derechos Humanos, sino porque allí están la Corte y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos”, dijo Sánchez a EL UNIVERSAL.

Mientras, el cubano Guillermo Fariñas, un opositor protagonista de numerosas huelgas de hambre y que en 2010 recibió el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, confirmó que desde el pasado viernes está en arresto en su casa, en la oriental ciudad de Santa Clara, sin posibilidad de acudir a La Habana a una cita de disidentes paralela a la CELAC.

En lo que ha intentado asemejarse a las cumbres “no oficiales” o “de los pueblos” que se realizan en diversas partes del mundo cuando hay encuentros de jefes de Estado y de Gobierno, grupos disidentes cubanos aspiran a celebrar mañana un denominado “Foro democrático en Relaciones Internacionales y Derechos Humanos” en esta ciudad, colateral a la de CELAC.

Sin embargo, el canciller cubano Bruno Rodríguez advirtió el viernes que está descartado un encuentro fuera del oficial, porque el pueblo de Cuba es el que está representado en la CELAC.

Sánchez y Soler informaron que José Ferrer, un ex prisionero político, también cayó preso el pasado viernes en La Habana, tras reunirse con diplomáticos europeos.