LA HABANA.— Ayer avanzaban las gestiones previas a la II Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la declaración general estaba casi negociada y redacta en su versión final.

Rogelio Sierra, vicecanciller cubano, anunció que “ya se puede decir que hay Declaración de La Habana”, como texto final de una cita sometida a un férreo mecanismo de seguridad.

En ese sentido, el vicecanciller cubano Abelardo Moreno dijo que sólo faltaba lograr acuerdo en siete de los más de 80 párrafos de la declaración final. La CELAC rechazará que Estados Unidos siga incluyendo a Cuba en la lista de países terroristas. Los cancilleres de los 33 países se reúnen esta mañana a revisar los documentos.

En tanto, una fuente diplomática costarricense negó que las delegaciones cubana y panameña protagonizaran ayer un fuerte encontronazo diplomático durante las pláticas entre las comitivas de los 33 países miembros de CELAC, en torno a una propuesta para honrar al fallecido Hugo Chávez como gestor de la alianza política regional. “Parece que más bien fue un malentendido y se resolvió fácil, el texto quedó como el original”, explicó la fuente.

Ayer en la mañana circularon versiones acerca de que Moreno, quien ha presidido las sesiones de trabajo entre las 33 comitivas previas a la cumbre que se realizará mañana y el miércoles, provocó el malestar de Panamá y luego ofreció disculpas. Moreno dijo que los panameños pidieron eliminar el párrafo sobre Chávez, quien murió el 5 de marzo de 2013, pero Panamá replicó que lo que sugirió es reformarlo.

En todo caso, los nexos entre los dos países son de frialdad. El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, no acudirá a la cumbre, en una secuela del incidente ocurrido en julio de 2013 en aguas panameñas, cuando autoridades de ese país encontraron gran cantidad de armas que, ocultas en un cargamento con sacos de azúcar, fueron despachadas por Cuba a Corea del Norte en un buque norcoreano. La Habana alegó que es armamento obsoleto, pero Martinelli rechazó esa versión.

Los conflictos bilaterales entre latinoamericanos y caribeños empiezan a emerger, en vísperas de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, se pronuncie hoy sobre un diferendo territorial entre Perú y Chile, cuyo presidente, Sebastián Piñera, tampoco ha confirmado si acudirá a la cumbre.

Mientras continuaban ayer arribando gobernantes a esta ciudad —como el boliviano Evo Morales, la brasileña Dilma Rouseff y primeros ministros caribeños— proseguían las pláticas sobre los documentos de la Cumbre.

Los delegados aprobaron el sábado un documento de “Proclamación de América Latina y el Caribe como zona de paz” y ya han sido acordadas 20 de las más de 30 declaraciones paralelas a la principal. La región, dijo Moreno, “se compromete a la solución pacífica de las diferencias, a fin de desterrar para siempre la amenaza y el uso de la fuerza de nuestra región, se comprometen a cumplir con sus obligaciones de no intervenir en los asuntos internos de ningún Estado”.

Ayer mismo, la mandataria argentina, Cristina Kirchner, tuvo un almuerzo privado con Fidel Castro.