Despide Missouri a Michael Brown
Video. Celebridades de la comunidad afroamericana se movilizarán para acudir a las exequias
LUTO. Familiares, políticos y activistas se dieron cita ayer en el servicio religioso en memoria de Michael Brown, en San Luis Missouri. (Foto: ADREES LATIF REUTERS )
WASHINGTON.— Tras casi tres semanas de marchas y revuelta social, la comunidad afroestadounidense de la localidad de Ferguson, en los suburbios de San Luis Missouri, se dio ayer finalmente una tregua para rendir homenaje a la memoria de Michael Brown, el joven de 18 años que fue abatido por un policía blanco para dejar a esa ciudad a merced del caos y la protesta social.
A los funerales de Brown acudieron algunos de los supervivientes del movimiento de los derechos civiles, como los reverendos Jesse Jackson o Al Sharpton. Pero, además, una representación de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia, que se han comprometido a garantizar una investigación y un proceso judicial independientes tras un incidente que ha vuelto a dejar en evidencia la inacabada lucha contra la discriminación racial en Estados Unidos.
El funeral multitudinario marcó un paréntesis. Arropados por líderes y destacados miembros de la comunidad afroestadounidense, los padres de Brown se convirtieron en el centro de atención de un movimiento que ha luchado por todos los medios evitar la violencia y la confrontación.
Precisamente, el padre de Michael Brown pidió ayer a los miembros de la comunidad de Ferguson guardar una jornada de paz y de silencio, para despedir a su hijo en un acto de cuerpo presente en una Iglesia bautista a la que se dieron cita miles de personas.
Fuentes de la policía local cifraron entre 5 mil y 7 mil el número de personas que acudieron a unos funerales que ayer se convirtieron en un momento de recogimiento y dolor, pero también en un espacio para demandar justicia al gran jurado que desde esta misma semana ha comenzado a revisar las evidencias del caso.
“Michel Brown era un ciudadano de Estados Unidos. Y pasará a la historia como el joven que dejó al descubierto los errores de un sistema que abusa de una policía militarizada”, aseguró el reverendo Al Sharpton.
“Este país esta mal cuando no hay dinero para la educación, pero sí hay dinero para militarizar a la policía con equipo altamente letal”, añadió Sharpton en alusión a un reclamo creciente que ha obligado al presidente Obama a ordenar la revisión del tipo de equipo y entrenamiento que reciben las policías estatales y locales para evitar un ambiente de insurrección por parte de ciudadanos hartos de una policía militarizada.
“Estamos cansados de este tipo de policía. De francotiradores que nos apuntan a la menor provocación. Que golpean a ciudadanos inermes cuando éstos yacen en el suelo. No queremos más este tipo de policía militarizada”, sentenció Sharpton en referencia a un problema creciente que hoy es objeto de una revisión ordenada por la Casa Blanca.
Desde 1967, cuando nació el denominado programa 1033, el Pentágono transfiere una considerable parte de sus excedentes de equipo a las policías estatales y municipales. El resultado ha sido una policía militarizada que, además, se ha visto en medio de continuos conflictos con la comunidad por la agenda oculta de varios de sus agentes policiales, algunos de ellos, con estrechos vínculos a grupos de extrema derecha.
En medio de un intenso debate a nivel nacional, 6 de cada 10 ciudadanos afroestadounidense consideran que la muerte de Brown fue injustificada. Sin embargo, 68% de los blancos dice que las circunstancias siguen siendo poco claras y no hay suficiente información para saber si el policía, de raza blanca, ejecutó al sospechoso.