Brasil: Dilma Rousseff logra segundo mandato
Video. Ambos candidatos a la presidencia llegaron casi empatados al final
Dilma Rousseff celebraba ayer su victoria, durante una conferencia de prensa en Brasilia. (Foto: UESLEI MARCELINO. REUTERS )
Sao Paulo.— Dilma Rousseff, de 67 años, fue reelecta ayer como presidenta de Brasil por otros cuatro años, al obtener el 51.64 % contra el 48.36% del socialdemócrata Aécio Neves, en las elecciones más ajustadas que el país tenga memoria. De inmediato, la mandataria llamó “ a la unidad”, a concretar “un gran espacio de diálogo” y prometió “llevar adelante los grandes cambios que el país reclama”.
“Como vencedora de estas elecciones históricas que movilizó a todas las fuerzas del país, agradezco sin excepción a todos los brasileños y brasileñas y los llamo a unirnos a favor de nuestra patria y nuestro pueblo”, reclamó en su primer discurso como vencedora, desde Brasilia. Dijo no creer que estas elecciones “hayan dividido a la sociedad, sino que se discutieron los modelos del país y que el calor liberado en el fragor de la disputa debe ser transformado en energía positiva a favor del Brasil y buscar puntos en común”.
La presidenta convocó anoche “a la paz y a la unión” y se dijo dispuesta “al diálogo, que será mi primer compromiso para mi segundo mandato”, al tiempo que agradeció “al militante número uno de las causas del pueblo, el presidente Lula”, quien se llevó una larga ovación.
Rousseff aseguró que la primera y más importante de las reformas “debe ser la política” y se pronunció a favor de un “plebiscito”. Asimismo, reiteró sus promesas “de combatir la corrupción y fortalecer las instituciones”, así como de combatir la impunidad.
La presidenta llamó a la oposición al entendimiento, tema que había hablado al teléfono con Neves quien una hora antes reconocía la derrota con un corto discurso en el que aseguraba que “el gran desafío era unir al país”.
“Acabo de llamar a la presidenta, para desearle éxitos en su nuevo gobierno. Me llevo las imágenes más lindas de esta campaña que son las de millones de brasileños y brasileñas que nos dieron su apoyo. No me lo olvidaré en mi vida”, dijo desde Belo Horizonte.
Ni bien el Tribunal Superior Electoral (TSE) dio a conocer los resultados, una marea de simpatizantes petistas comenzó a poblar la avenida Paulista y los principales centros neurálgicos de cada una de las ciudades del país para celebrar este ajustado triunfo. “Ya viu, o PT e Dilma outra Vez” (“Ya vio, el PT y Dilma otra vez”) fue el slogan preferido. Fue una jornada cargada de nervios y de rumores, donde no faltaron los incidentes como los dos ómnibus quemados en la zona norte de Sao Paulo, en la región de Carandirú.
Al emitir su voto en Porto Alegre, la jefa de Estado reconoció que la etapa proselitista “tuvo momentos lamentables”, mientras en Sao Bernardo do Campo, donde suele votar desde siempre, el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva dijo “estar tranquilo” con la denuncia de Alberto Yousseff sobre que él y Dilma sabían todo lo que ocurría en Petrobras con el desvío de fondos.
“Fue una victoria ajustada, que obligó a la presidenta a tener un gesto de estadista. Llamar a la unidad para trabajar y tratar de sacar al país del problema económico que padece y a convocar a todos los sectores políticos para calmar los ánimos”, explicó la analista Miriam Leitao.
Los partidos opositores ganaron los comicios regionales en nueve de los 14 estados en los que se celebró segunda vuelta, incluyendo Río Grande do Sul y Brasilia. Los candidatos afines al gobierno triunfaron en los otros cinco estados y su victoria más importante fue en Río de Janeiro.
Brasil ha dado al PT la posibilidad de completar 16 años en el poder, en medio de serios desafíos que anoche, cuando la fiesta terminaba, ya comenzaban a enumerarse.