CIUDAD DEL VATICANO.— Con la renovación de la comisión cardinalicia encargada de supervisar al Instituto para las Obras de Religión (IOR), mejor conocido como el Banco Vaticano, hecha pública ayer en un comunicado por la Santa Sede, el papa Francisco ha puesto punto final a la era del polémico cardenal Tarciso Bertone, quien hasta antes de su jubilación la presidía, para dar inicio a una fase transitoria a la gestión de las finanzas pontíficias.

Empero, dicha transición deberá sujetarse a las directrices que recibirá de la comisión de ocho cardenales que revisan la situación del IOR y las finanzas vaticanas.

La nueva comisión estará integrada por los cardenales Christoph Schoenborn, arzobispo de Viena, Thomas Christopher Collins, arzobispo de Toronto, Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, Santos Abril y Castelló, arcipreste de la basílica papal de Santa María la Mayor y por monseñor Pietro Parolin, secretario de Estato y futuro cardenal, quienes sustituyen a los anteriores miembros de esta comisión, casi todos ellos cercanos a Bertone.

Entre ellos sobresale el cardenal Domenico Calcagno, que presidía el APSA (el ministerio del Tesoro), quien fue nombrado por Bertone miembro de esta comisión el 16 febrero del 2013, cuando Benedicto XVI ya había anunciado su renuncia.

Para el mundo económico la renovación es una decisión particularmente fuerte, pero provisional, visto que el IOR y toda su estructura podrían cambiar o ser fusionados en el súper-dicastero de finanzas que al parecer propone el cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, coordinador del llamado G-8 cardenalicio, que en febrero podría hacer conocer sus primeras propuestas de reforma de esta institucion de crédito.

Se habla asimismo de un posible cambio en la cúpula “laica” del Banco Vaticano, que preside el alemán Ernst von Freyberg, visto que en septiembre termina su mandato y deberá ser renovada.

Desde el punto de vista geográfico, los nombramientos evidencian el creciente peso de los cardenales de AL, África y Asia, que obtendrán el mayor número de berretos cardenalicios en el próximo consitorio.