"Un Papa astuto rodeado por lobos"
"Los lobos que rodean a Francisco son agresivos... y se mueven en muchos niveles... no se oponen sólo a la cuestión sexual (sino) a la limpieza que realiza el Papa". (Foto: JORGE GUTIÉRREZ. CORRESPONSAL )
Ciudad del Vaticano.— Las divisiones en el sínodo que concluyó ayer revelan claramente la existencia de un gran frente que se opone a los cambios que pretende realizar el papa Francisco en la Iglesia. Este delicado argumento es el tema del libro Francisco entre los lobos. El secreto de una revolución, de Marco Politi, uno de los vaticanistas más reconocidos dentro y fuera del Vaticano, quien habló del sínodo para EL UNIVERSAL.
¿Cómo nació la idea de hablar de los lobos que bloquean o quieren bloquear el gran cambio que Francisco tiene en mente?
—Nació de una leyenda de San Francisco según la cual un lobo, después de una prédica, le besó la mano y se hizo bueno. Los lobos que rodean a Francisco son, por el contrario agresivos, están en la sombra y se mueven en muchos niveles. Antes del sínodo salieron a la luz con un libro; en él contraponen la verdad de Cristo al proyecto de reforma del cardenal Walter Kasper, que es del papa Francisco... (otros lobos) han salido de las sombras en este sínodo oponiéndose a las aperturas a divorciados y homosexuales... Esta divergencia ha hecho que el documento final sea menos valiente respecto de la relación presentada hace unos días, pero creo que mantiene abiertos diversos frentes que se definirán en los debates que afrontarán los católicos en todas las diócesis del mundo.
El Papa seguramente sabía que sus iniciativas provocarían este enfrentamiento.
—Francisco posee una cabeza política... Su proyecto de reforma cuenta con una estrategia que mostró al provocar una larga y anticipada preparación de los temas de la familia, incluidos los sexuales. Envió el cuestionario a los católicos del mundo y convocó este sínodo para analizar estos temas. Francisco quiere cambiar la praxis de los sínodos que, en los últimos 50 años, parecían reuniones en las que cada uno exponía su punto de vista y los Papas tomaban las decisiones autónomamente. Su objetivo es transformar los sínodos en un instrumento para que los obispos hagan propuestas constructivas y den vida una Iglesia participativa, menos monárquica, menos imperial.
¿El Consejo cardenalicio que creó Francisco va en esta dirección?
—Sí, de este Consejo de nueve cardenales con puntos de vista diferentes sobre las reformas han salido los primeros lobos, cosa muy positiva porque confrontando opiniones diversas también se puede llegar a un consenso. Pero los lobos no se oponen sólo a la cuestión sexual, muchos están contra la política de limpieza del Papa.
En tu libro ventilas la posibilidad de que Francisco renuncie a su Pontificado. ¿Lo crees de verdad?
—Francisco ha dado muchas señales en este sentido. Dijo que la renuncia de Benedicto XVI no debe considerarse algo extraordinario, sino normal, como la jubilación de los obispos... Estoy convencido de que, de no tener la fuerza físico-síquica para guiar a la Iglesia católica, Francisco renunciará para que se elija al hombre más adecuado en ese momento histórico de la Iglesia.
En su libro reproduce una frase de Francisco en la que se define “furbo”, que en español, si no exactamente, podría ser astuto.
—El Papa tiene una personalidad compleja, muy simple y a la vez con una gran fuerza comunicativa, pero con una mente política. Con esta palabra, Francisco mandó una clara señal a los lobos, para que no crean que es un ingenuo, sino una persona que sigue una estrategia política.