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"Coyotillos", clave en tráfico infantil

José Meléndez • Enviado| El Universal
Domingo 27 de julio de 2014

DEPORTADOS. Menores hondureños que viajaron solos a EU son repatriados desde México, en esta imagen cortesía del Comisionado de Derechos Humanos de Honduras. (Foto: ESPECIAL )

Menores centroamericanos son utilizados por las maras y otros grupos criminales para convencer a niños de ponerse en manos de los “coyotes”, con la promesa de que los reunirán con sus padres en Estados Unidos

TEGUCIGALPA.— “Maras”, “coyotes”, “polleros”, “mojados”… a la variedad de términos que predominan en la jerga migratoria ilegal de Centroamérica a América del Norte ahora se une el de “coyotico” o “coyotillo”, que identifica a menores centroamericanos de edad que reclutan a niñas, niños y adolescentes de Honduras, Guatemala y El Salvador para entregarlos a las organizaciones criminales mexicanas que controlan el tráfico terrestre de seres humanos desde el sur de México al suroeste de Estados Unidos.

Las maras 18 y Salvatrucha que operan en Guatemala, El Salvador y Honduras se encargan de surtir de migrantes ilegales a las redes mexicanas de contrabando de personas, que son una alianza del crimen organizado integrada por “coyotes” o “polleros” y por mareros mexicanos y centroamericanos en alianza con organizaciones del narcotráfico como Los Zetas, una de las mafias más peligrosas de México.

En este escenario, el personaje del “coyotico” o “coyotillo” es una pieza crucial, porque se inserta con facilidad entre los menores que son potenciales migrantes “no acompañados” y que en este año, con intensidad desde mayo anterior, han migrado en masa desde Centroamérica y provocado una crisis en la frontera suroeste de Estados.

“Se me hace un nudo de la garganta cuando pienso en los ‘coyoticos’. Todo esto es un negocio que da más ganancia que las drogas”, dijo sor Valdete Wileman, una brasileña que es la directora ejecutiva del Centro de Atención al Migrante Retornado de Honduras, una organización no estatal de Tegucigalpa que se dedica a recibir a miles de hondureños deportados de Estados Unidos.

Durante una entrevista con EL UNIVERSAL, la monja relató que los “coyoticos” son “niños que están junto con los grandes ‘coyotes’ y son los que convencen a los niños chiquitos” para que emigren.

Figuras clave

En un negocio estimulado por los traficantes con la falsa noticia de que Washington otorgaría una amnistía migratoria a los que estén en suelo estadounidense, el conflicto ha sido propiciado por padres y madres que ya se encuentran en Estados Unidos y desean reunificarse con sus hijos e hijas, sometidos en sus países al acoso de la violencia callejera y de la delincuencia organizada y con escasas o nulas opciones de desarrollo socioeconómico. Por eso, los reclutadores infantiles son claves.

“Yo recibí a un niño deportado desde Estados Unidos. Su mamá está aquí en Honduras y estaba pidiendo que se lo regresaran. El papá estaba allá y la mamá lo quería acá y el niño llegó y dijo así: ‘Yo no quiero estar con mi mamá, porque yo ya sé matar, yo aprendí eso en México. Me quedé cinco meses en México y aprendí hacer eso y mi mamá no me va dejar hacer eso’. Yo lo recibí, está en Tegucigalpa”, reveló.

Al preguntársele si las autoridades hondureñas tienen plenamente identificadas a las redes de traficantes de personas, respondió: “Sí lo saben”.

“Pienso que el Ministerio de Seguridad, la Dirección de Migración, saben todo, creo. Es que estos ‘coyotes’ no vienen del exterior, están aquí, son ‘coyotes’ hondureños que son los que luego ayudan a Los Zetas a secuestrar a los migrantes, para pedirle más dinero a su familia que está desesperada en Estados Unidos y que ya pagó la recompensa inicial”, afirmó.

Ante el dilema de emigrar, gran número de niñas, niños y adolescentes hondureños se topan a la realidad de que ya están solos, porque sus progenitores se fueron a Estados Unidos y les dejaron con tías, tíos, abuelos, abuelas u otros parientes.

“Como ya no soportan más vivir aquí, se van a buscar a sus padres para escapar de la violencia intrafamiliar y social. Esos pobres menores (hombres y mujeres), principalmente los adolescentes, son víctimas del pariente con el que se quedaron y que los pone a trabajar en las calles. Cuando llegan las remesas (familiares) desde Estados Unidos, el dinero se lo queda el pariente”, narró Sor Valdete. Es una población que es explotada en sus hogares, por la pobreza, por el acoso sexual y por la violencia en general y es propensa a caer en las redes de los “coyotes”, puntualizó.

Nexo criminal

Consultada por este diario, la hondureña Nora Urbina, fiscal de la Niñez del Ministerio Público (Fiscalía General) de Honduras, reconoció que “es muy probable” que las narco-mafias mexicanas exploten el negocio migratorio de menores hondureños solo acompañados por “polleros”.

“De hecho, la criminalidad organizada mezcla sus rubros en la operación desde tráfico de droga, de ilegales, trata de personas con diferentes fines y lo que empieza en un tráfico puede terminar en una trata laboral sexual, extracción de órganos. Es urgente que todos los países incrementen sus acciones en judicializar los casos contra los traficantes de ilegales”, dijo Urbina.

“Hay traficantes de ilegales, ‘coyotes’ o ‘polleros’ en todas las rutas hacia el norte. Operan en Estados Unidos, Guatemala, México, en Honduras. Gran parte del esfuerzo que se debe hacer es criminalizar, llevar a proceso penal a todos los traficantes de ilegales para que dejen de operar”, subrayó. Al cuestionársele se tienen nombres y apellidos de los integrantes de las cadenas de contrabando de personas, se limitó a contestar: “Pues eso lo dirá la investigación”.

En su condición de jerarca de una comisión gubernamental creada para enfrentar la crisis migratoria con los menores y que a finales de junio visitó los albergues de menores centroamericanos en Texas, la Primera Dama de Honduras, Ana García de Hernández, alegó en una entrevista con EL UNIVERSAL que hay cohabitación o complicidad entre los cárteles de la droga y las mafias de tráfico de seres humanos.

“Yo pienso que sí. Al final todos son crimen organizado. Una de las teorías, y esto no puedo confirmarlo ni decir que sea así, pero algunas personas decían allá (en Texas) que los narcotraficantes están promoviendo el tráfico de personas de menores no acompañados para mantener ocupados a los agentes fronterizos y así pueda ingresar más droga a Estados Unidos”, argumentó. Los “coyotes”, relató, “están mucho más sofisticados: ahora se hacen llamar ‘guías’. Al final son traficantes que, a cambio de dinero, se comprometen a movilizar a estas personas y a estos niños a Estados Unidos”.



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