Los seis ex reclusos de la cárcel estadounidense de Guantánamo que llegaron la víspera a la capital uruguaya pidieron en las últimas horas refugio al gobierno del presidente José Mujica, informaron hoy medios locales.

La edición digital del diario El Observador precisó este lunes que las seis personas solicitaron la calidad de refugiados apenas llegaron a Montevideo, la madrugada del pasado domingo en un vuelo especial del gobierno de Estados Unidos.

El gobierno uruguayo les brindará por un tiempo limitado asistencia económica y ayuda para conseguir un trabajo y una vivienda, aunque el presidente Mujica precisó hace unos días que ellos quedarán en libertad para abandonar Uruguay cuando lo deseen.

La Secretaría de Derechos Humanos y Derecho Humanitario de la Cancillería uruguaya indicó a la fuente que aún no se ha iniciado el trámite para que los seis exreos califiquen como refugiados, proceso que será confidencial.

De acuerdo con la ley uruguaya, toda persona "tiene derecho a solicitar y recibir refugio en Uruguay, en salvaguarda de su vida, integridad física, moral e intelectual, libertad y seguridad" .

Los seis expresos de Guantánamo, que estaban detenidos desde 2002, se encuentran en el Hospital Militar para ser sometidos a estudios psicológicos, tras los cuales serán dados de alta y podrán comenzar su inserción en la sociedad uruguaya.

Los exdetenidos son Mohammed Tahamatan (palestino de 35 años) ; Abu Wael Dhiab (sirio de 43 años) ; Abd Hadi Faraj (sirio de 39 años) ; Ali al Shabaan (sirio de 32 años) ; Ahmed Adnan Ahjam (sirio de 36 años) y un tunecino cuya identidad se ignora.

La abogada de Dhiab, Cori Crider, aseveró a El Observador que su defendido espera rehacer su vida en Uruguay, por lo que buscará traer a este país a su esposa y cuatro hijos y trabajar en una casa de comidas.

"Él no sabe bien qué hacer con su vida exactamente. Una persona que está en Guantánamo no piensa que va a poder ser libre en algún momento" , indicó la profesional.

Dhiab comenzó en febrero de 2013 una huelga de hambre, pero los militares estadunidenses lo obligaban a comer a través de una sonda que le colocaban en la nariz, lo que generó una protesta de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Las seis personas, que comenzaron a tomar clases de español en marzo pasado debido a su inminente traslado a Uruguay, fueron detenidas en Pakistán en 2002 y trasladadas a Guantánamo, donde nunca fueron sometidas a juicio.

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