Ex mandatario australiano apenado por invadir Irak en 2004
John Howard, ex primer ministro australiano que decidió el envió de tropas a Irak para combatir a Sadam Husein, se declaró "avergonzado" por la utilización de la existencia de armas de destrucción masiva como excusa para la invasión, informan hoy medios locales.
El político declaró anoche en una entrevista con el canal "Seven Network" que se dejó llevar por "la fuerza del lenguaje" utilizado por los servicios de inteligencia estadounidenses, quienes acusaban al régimen de Sadam de poseer armas biológicas y capacidad potencial del fabricar bombas nucleares.
No obstante, tras más de una década del inicio del conflicto no se ha logrado probar la existencia del arsenal con capacidad de destrucción masiva.
"Hice todo lo posible para explicar que no era un engaño deliberado (...) Pudo haber sido una conclusión errónea basada en la información que se disponía, pero no fue un arreglo y la sugerencia de que (George W.) Bush se lo inventó no tiene sentido", señaló Howard.
El ex primer ministro, que gobernó el país desde 1996 a 2007, aseguró durante la entrevista que Australia afronta en la actualidad una amenaza terrorista "real".
"No creo que los australianos deban asumir que no tendremos ataques terroristas en nuestro país", manifestó el antiguo líder del Partido Liberal australiano.
Las autoridades australianas arrestaron el pasado jueves a más de una decena de supuestos yihadistas relacionados con el Estado Islámico (EI) durante un operativo a nivel nacional.
Los presuntos terroristas habían planeado el secuestro y decapitación de civiles para divulgar los vídeos en las redes sociales.
"El auge de las operaciones del Estado Islámico surgen por lo que está sucediendo en Siria, y sugerir que es el resultado de lo que ocurrió en Irak en 2003 es una lectura falsa de la historia", expuso Howard.
Australia elevó a mediados de mes la alerta terrorista al nivel "alto" ante la amenaza de atentados en medio de la ofensiva internacional contra el EI en Siria e Irak.
Según el Gobierno australiano, unos 60 australianos militan en las filas del Estado Islámico, mientras que otros 100 trabajan activamente en Australia para dar apoyo logístico al grupo islámico radical y reclutar yihadistas.