Estados Unidos apeló hoy al primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, a "respetar el proceso" de formación de un nuevo Gobierno en Irak con Haidar al Abadi al frente, ante la resistencia del actual líder a abandonar el poder.

"Nuestro mensaje a Al Maliki y a los otros líderes de Irak es que éste es el proceso que cumple con lo dispuesto en la Constitución de Irak. Él tiene que respetar ese proceso y dejar que siga adelante" , dijo el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia de prensa.

"Cualquier esfuerzo para que ese proceso descarrile o para recurrir a la violencia será rechazado no sólo por Estados Unidos, sino también por la comunidad internacional", alertó Rhodes.

Al Maliki anunció hoy que no dejará el cargo y que su Gobierno "no cesará ni será reemplazado a menos que el Tribunal Supremo Federal emita una resolución que así lo ordene".

Lo hizo a pesar de que el nuevo presidente iraquí, Fuad Masum, encargó el pasado domingo a Al Abadi la formación de un nuevo Gobierno en el país, una designación que ha recibido el respaldo de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países, incluido Irán.

"(Al Abadi) es claramente el primer ministro designado", subrayó Rhodes. "Ése es el proceso que el pueblo iraquí tiene que aceptar".

"Ésto no es algo impuesto desde fuera, es lo que los iraquíes han decidido que ocurra, incluido" el bloque chií en el nuevo Parlamento del país, agregó Rhodes.

Durante una breve intervención ante la prensa este lunes para anunciar su respaldo a Al Abadi, el presidente estadounidense, Barack Obama, no mencionó específicamente a Al Maliki, pero urgió en términos generales "a todos los líderes políticos de Irak a trabajar de forma pacífica en el proceso político".

Estados Unidos considera a Maliki parcialmente responsable de las tensiones internas entre suníes y chiíes, e insta desde hace meses a formar un Gobierno de unidad que permita resolver la crisis política que vive Irak desde que el levantamiento yihadista en el norte arrebató el control de buena parte del país al Gobierno central.

ahd