El Estado Islámico (EI) izó dos banderas en la zona oriental de la ciudad kurda de Kobane, en el norte de Siria, donde los combatientes kurdos han amenazado con resistir hasta el final para no perder el control de esa ciudad fronteriza con Turquía.

Si bien la ciudad todavía no cae en su totalidad, es inminente que los yihadistas tomarán el control en las próximas horas, lo que provocará un baño de sangre entre la población kurda, que ya prometió que luchará hasta el último hombre, según la cadena árabe Al Arabiya.

Una bandera negra que pertenece al EI ha sido colocada arriba de un edificio de cuatro pisos cercano al lugar donde se están desarrollando los combates más intensos de los últimos días, según muestran las imágenes de televisión grabadas desde el lado turco de la frontera.

Un oficial del ejército turco aseguró que la bandera es del EI, cuyos combatientes han tomado el control de grandes zonas de Siria e Irak en los últimos meses, provocando que Estados Unidos lance una campaña de ataques aéreos contra sus posiciones en los dos países.

Asimismo, otra bandera, negra con las letras en árabe del grupo yihadista, fue colocada en una colina en la parte oriental de Kobane.

Al menos 46 personas han muerto en las últimas horas en enfrentamientos entre los yihadistas y las fuerzas sirias kurdas en las inmediaciones de Kobane, reportó este lunes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Entre esas víctimas, 19 eran miembros de las Unidades de Protección del Pueblo kurdo y 27 eran yihadistas, que perdieron la vida en combates al este y al oeste de la población.

Los combatientes kurdos han advertido que no abandonarán sus esfuerzos para detener los avances de los extremistas del EI y continuarán con la defensa de la ciudad de Kobane.

Con el fin de frenar el avance de los yihadistas, una mujer kurda -identificada como Arin Mirkan- cometió el domingo un atentado suicida contra el EI en las inmediaciones de Kobane, en el primer ataque llevado a cabo por una combatiente kurda contra los yihadistas.

La suicida -perteneciente a la milicia Unidades de Protección del Pueblo Kurdo-, se enfrentó a los yihadistas antes de lanzarles varias bombas y detonar el cinturón de explosivos que llevaba adherido a su cuerpo, según el OSDH.

Pese a la resistencia de los combatientes kurdos y los bombardeos de la coalición internacional, los yihadistas buscan conquistar Kobane para afianzar su control sobre una amplia franja de territorio a lo largo de la frontera con Turquía.