Hay dinero para armas y no para generar trabajo: Papa
Video. El Papa honra a víctimas de guerra, hambre y pobreza
El Papa Francisco cuestionó hoy que los países tengan dinero para comprar armas, para hacer las guerras y para operaciones financieras sin escrúpulos; pero que pongan como excusa que no hay recursos para generar trabajo.
"Normalmente se calla al respecto, se subraya mucho el dinero que falta para crear trabajo, para invertir en conocimiento, en los talentos, para proyectar un nuevo bienestar social, para defender el ambiente" , aseguró.
En un video-mensaje enviado a la IV Edición del Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, que tiene lugar estos días en la norteña ciudad italiana de Verona, el líder católico aseguró que el verdadero problema no es el dinero, sino las personas.
Por eso invocó una "nueva conciencia" para promover iniciativas urgentes, ya que el sistema "tiende a generar una globalización no buena que homologa todo" y "el dinero se vuelve patrón".
Instó a tener la valentía para "no dejarse apresar por el dinero y por los resultados a corto plazo, convirtiéndose en su esclavo" .
"No podemos pedir que el dinero haga lo que solamente pueden hacer o crear las personas. El dinero, solo, no crea desarrollo; para crear desarrollo se necesitan personas que tengan la valentía de tomar la iniciativa" , insistió.
"La actual situación de crisis social y económica en la que nos encontramos puede espantarnos, desorientarnos o hacernos pensar que la situación es tan pesada que no podemos hacer nada" , reconoció.
Alertó contra la tentación de "detenerse a curar las propias heridas" y encontrar así "un pretexto para no escuchar el grito de los pobres y el sufrimiento de los que han perdido la dignidad de llevar el pan a casa porque han perdido el trabajo" .
Señaló el peligro de la indiferencia que vuelve ciegos, mudos y sordos; que provoca hombres y mujeres encerrados en sí mismos. "Había uno así que se llamaba Narciso(...) Por ese camino, ¡no!", exclamó.
Para el obispo de Roma los que tratan de curar solamente las propias heridas, al final terminan maquillándose. "¡Esta es la trampa!", sentenció.
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