Las autoridades de Filipinas indicaron que los cascos azules de la ONU no entregarán sus armas a los rebeldes sirios que han sitiado su campamento en los Altos del Golán, informó la prensa local.

La ONU confirmó ayer que 43 cascos azules de Fiyi fueron detenidos por un "grupo armado" en los Altos del Golán y a otros 81, filipinos, se les impide desplazarse por la misma zona, en la frontera entre Israel y Siria.

Sin embargo, el ejército filipino precisó que se trata de sólo 75 militares filipinos, que están relativamente en buenas condiciones, según el diario The Inquirer.

El portavoz del ejército filipino, el teniente coronel Ramón Zagala, aseveró que mantienen comunicación con los soldados y con la ONU, que es la que lleva a cabo las negociaciones con los insurgentes sirios.

Los rebeldes, tras detener a los cascos azules fiyianos, rodearon el campamento filipino y exigieron que entregaran sus armas, pero los soldados se negaron.

"Los soldados filipinos se mantuvieron firmes y demostraron su tenacidad para defender sus posiciones. No entregaron sus armas para no terminar capturados también", afirmó Zagala.

Aunque la ONU no apuntó a ninguna organización en concreto, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abderrahmán, acusó al yihadista Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, de estar detrás de este secuestro.

La Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación en los Altos del Golán (UNDOF) fue creada el 31 de mayo de 1974 a fin de supervisar el acuerdo de Siria e Israel para la retirada de los Altos del Golán y vigilar que se mantiene el alto el fuego acordado entre las partes.

jlc