La Casa Blanca evitó criticar la decisión de cuatro estados de imponer cuarentena obligatoria, a todas las personas que hayan estado en contacto con pacientes con ébola en alguno de los tres países de África afectados por este virus.

El vocero presidencial Josh Earnest informó en cambio, sin dar detalles, que el gobierno ha estado en contacto con autoridades de Nueva Jersey, Nueva York, Illinois y Florida desde que esta medida fue anunciada en los pasados días.

"Nosotros vamos a continuar trabajando con funcionarios en Nueva York, Nueva Jersey y otros estados del país para asegurarnos de que esas políticas sean reflejo de la ciencia y eso será un proceso continuo", dijo el vocero al ser cuestionado durante su habitual rueda de prensa.

Dejó en claro además que "los estados tienen amplias atribuciones para poder establecer medidas de cuarentena en su territorio".

La medida anunciada primero por Nueva York y Nueva Jersey se dio en respuesta a la confirmación del primer caso de ébola en Nueva York, en un médico que semanas atrás trabajó como voluntario en Guinea, tratando pacientes infectados con el virus.

Earnest reiteró la postura de la administración en el sentido de que las políticas para responder a los casos de ébola en Estados Unidos deben estar guiadas por consideraciones de carácter médico y la experiencia de expertos de este campo.

"Esta administración cree que las políticas que reflejen la experiencia científica de médicos que han estado rastreando está enfermedad por cuatro décadas deben guiar la aplicación de estas políticas", indicó.

Sin embargo, consideró que el trato dado a una enfermera en Nueva Jersey sometida a la cuarentena y dada de alta este lunes, no correspondió al que debió haber recibido alguien que arriesgó su vida atendiendo a pacientes con ébola en África.

Earnest reafirmó nuevamente la oposición del gobierno a cualquier prohibición de vuelos procedentes de estos países y adelantó que los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) darán a conocer más tarde nuevas guías.

Sobre reportes de que tropas estadounidenses desplegadas en los países africanos -epicentro del brote-, estaban siendo monitoreadas en Italia en víspera de su regreso a Estados Unidos, Earnest se refirió a ello como un episodio aislado que no refleja una política del Departamento de Defensa.

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