Al menos 11 soldados afganos murieron y otros nueve resultaron heridos, en dos ataques por separado, realizados por talibanes, que arremetieron contra bases militares en la sureña provincia de Helmand.

En la incursión al primer inmueble, antiguo Camp Bastion, que fue ocupado por la OTAN y que había sido entregado al ejército local, al menos 20 talibanes murieron, reportó el canal afgano de noticias ToloNews.

Camp Bastion, ubicado en la conflictiva provincia de Helmand, está operativa desde 2006 y fue también un centro logístico para la coalición internacional en el país: 600 aeronaves aterrizan y despegan de sus pistas cada día.

En la primera agresión, que inició hace tres días cuando decenas de insurgentes talibanes atacaron la base militar, murieron seis soldados y otros siete resultaron heridos, señaló el portavoz del gobernador de Helmand, Omar Zwak.

En otra incursión, atacantes suicidas perpertraron un atentado en la base militar del distrito de Sangin, donde murieron cinco soldados del Ejército Nacional Afgano (ANA) y 12 insurgentes, según fuentes militares.

Zabihullah Mujahid, un portavoz del Talibán, se responsabilizo de la embestida en la base militar del distrito de Shorabak.

Un funcionario provincial sostuvo que por lo menos 20 combatientes talibanes murieron, seis de los cuales detonaron sus chalecos suicidas.

El portavoz del gobernador aseguró que los intensos tiroteos se ha prolongado en los últimos tres días entre las fuerzas de seguridad afganas y milicianos en la provincia sureña de Helmand.

Los talibanes se han comprometido a intensificar sus ataques contra las fuerzas de seguridad afganas, a raíz de la aprobación del acuerdo de garantía entre Estados Unidos y el gobierno de Kabul, sobre la permanencia de tropas extranjeras en el país.

Según el acuerdo, recientemente aprobada por la cámara alta del Afganistán, las tropas extranjeras permanecerán en el país para combatir a los talibanes y entrenar al ejército afgano.

prv