El ministro británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, alertó hoy de la "amenaza" que supone el "significativo número" de británicos que operan en Siria e Irak con yihadistas, al condenar el vídeo de la supuesta decapitación del periodista James Foley.

El jefe del 'Foreign Office' aludió al hecho de que el encapuchado que se puede ver en el vídeo habla inglés con un acento británico: "Sin duda, en principio eso es lo que parece y obviamente queremos investigarlo más".

En declaraciones a la BBC, Hammond consideró que la grabación difundida en foros extremistas con la aparente decapitación del reportero estadounidense, secuestrado en Siria en noviembre de 2012, por un militante del Estado Islámico (EI), es "un terrible ejemplo de la brutalidad" de esa organización.

Según agregó el jefe de la diplomacia británica, el número de británicos que operan en Siria e Irak con el EI "es una de las razones por las que esta organización representa una amenaza tan directa a la seguridad nacional del Reino Unido".

Hammond alertó de que "muchas de esas personas buscarán en algún momento regresar al Reino Unido y representarían una amenaza directa a nuestra seguridad doméstica".

"Se trata de un veneno, de un cáncer, lo que ocurre en Irak y Siria y existe el riesgo de que se extienda a otras partes de la comunidad internacional y nos afecte a todos directamente", advirtió el ministro.

El Reino Unido lleva "muchos meses trabajando" en el seguimiento de ciudadanos británicos que podrían estar involucrados en la comisión de actividades terroristas, aseguró Hammond.

En el citado vídeo de los yihadistas, cuya autenticidad no ha podido ser comprobada, Foley se despide de su familia y acusa al Gobierno de Estados Unidos de ser el culpable de su ejecución por su reciente intervención en Irak, antes de ser degollado ante la cámara por un encapuchado que habla en inglés.

Según señaló el titular británico de Exteriores, si bien esa grabación no ha sido verificada, "todas las señales apuntan a que es genuina".

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