"Buscaban tirar avión de Putin"; matan a 298
Video. El Boeing-777 malasio que cubría la ruta de Amsterdam a Kuala Lumpur se estrelló en la región de Donetsk al este de Ucrania, escenario de combates entre las fuerzas gubernamentales de Ucrania y los rebeldes prorrusos
INSPECCIÓN. Un rebelde ucraniano prorruso y otras personas observan los restos del avión derribado cerca de Grabovo. (Foto: DMITRY LOVETSKY / AP )
GRABOVO, Ucrania.— Un avión de pasajeros de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo fue derribado ayer sobre el este de Ucrania, aumentando la onda expansiva de un conflicto armado entre el gobierno de Kiev y separatistas prorrusos, que se culparon mutuamente de la tragedia. El accidente “no fue ni un accidente, ni una catástrofe”, aseguró el portavoz del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko. Los servicios de inteligencia estadounidenses confirmaron que el avión fue derribado por un misil tierra-aire, reveló un funcionario del Pentágono a CNN. El vicepresidente estadounidense Joe Biden dijo que el avión “estalló en el cielo”. El presidente Barack Obama ofreció ayuda para “determinar qué pasó y por qué” y pidió una investigación internacional.
“Han muerto los 280 pasajeros (cifra que luego fue corregida 283) y 15 miembros de la tripulación”, informó Antón Gueráshenko, asesor del ministro del Interior ucraniano, en su página de Facebook. Añadió que el avión fue derribado por un misil antiaéreo Buk. El gobierno culpó a los rebeldes prorrusos, que aseguraron no contar con los equipos necesarios para alcanzar objetos a 10 mil metros de altura.
El Boeing 777 cubría la ruta Ámsterdam-Kuala Lumpur y perdió contacto con los controladores aéreos cuando se ubicaba a unos 50 kilómetros de la frontera con Rusia y a aproximadamente 10 mil 600 metros de altura. El aparato cayó cerca de la ciudad de Donetsk, un bastión de los rebeldes. Decenas de cadáveres quedaron esparcidos alrededor de los restos humeantes del avión.
Los medios especularon con la posibilidad de que el Boeing 777 haya sido derribado por un misil ucraniano que tenía por objetivo el avión del presidente ruso, Vladimir Putin, según una fuente de la Aviación de Rusia citada por Interfax. “Puedo decir que el avión presidencial y el Boeing de Malaysia Airlines se cruzaron en el mismo punto y en el mismo corredor. Esto sucedió cerca de Varsovia en el nivel de vuelo 330a a una altitud de 10 mil 100 metros. El avión presidencial estaba allí a las 16:21 hora local y el avión de Malaysia Airlines a las 15:44”, precisó la fuente. “El contorno de ambas aeronaves se parece, las dimensiones lineales también y en cuanto al color del avión, a una distancia lo suficientemente grande, también es casi idéntica”, agregó.
Putin, por lo pronto, dijo que la responsabilidad por lo ocurrido es de Ucrania. “Sin lugar a dudas, el Estado en cuyo territorio ocurrió esto es responsable de esta terrible tragedia”, dijo. “Esta tragedia no habría ocurrido si hubiera habido paz en esa tierra, o en todo caso si no se hubiesen renovado las operaciones militares en el sureste de Ucrania”, añadió.
Para añadir más elementos a la incertidumbre y a la guerra de propaganda que rodea este suceso, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, siglas en ucraniano) aseguró haber captado una conversación en la que los rebeldes reconocen el derribo del avión de pasajeros.
El SBU presentó dos llamadas telefónicas interceptadas. En la primera, los servicios de seguridad dijeron que el comandante rebelde Igor Bezler dice a un funcionario de inteligencia militar ruso que las fuerzas rebeldes derribaron un avión. En la segunda, dos combatientes rebeldes —uno de ellos en el lugar del siniestro— dicen que el ataque con un cohete fue efectuado por una unidad insurgente a unos 25 kilómetros al norte de donde cayó el avión. Las grabaciones no fueron verificadas de forma independiente.
No hubo llamadas de emergencia
El premier de Malasia, Najib Razak, dijo que no hubo llamadas de emergencia provenientes del avión antes de estrellarse. Malaysia Airlines afirmó que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) “había declarado que el espacio aéreo que la aeronave atravesaba no estaba sujeto a restricciones”, aunque aclaró que a partir de hoy, evitará la ruta habitual para todos sus vuelos europeos.
Rebeldes prorrusos dijeron tener en su poder la caja negra del avión. En el aparato viajaban 154 pasajeros holandeses, 27 australianos, 23 malasios, 11 indonesios, seis británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense. Las nacionalidades de los otros 50 pasajeros aún se desconocen. Muchos eran delegados que viajaban a una Conferencia sobre el Sida. Familiares de los pasajeros comenzaron hoy a llegar a Kuala Lumpur a pedir informes.
Tras el siniestro, la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol) suspendió por tiempo indefinido las rutas aéreas que sobrevuelan el este de Ucrania. Las aerolíneas estadounidenses harán lo propio. Especialistas de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) viajaron a la zona del siniestro y representantes de las principales potencias occidentales exigieron una investigación internacional. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúne hoy de emergencia para abordar el tema.
Los rebeldes prorrusos pidieron se declare una tregua de tres días para permitir que se conduzca una investigación sobre lo ocurrido y se efectúen las labores de recuperación.
El avión es el mismo modelo y pertenece a la misma aerolínea que operaba el vuelo MH370, que desapareció en marzo en el Océano Índico en circunstancias que no han sido aclaradas. Dicho vuelo hacía la ruta Kuala Lumpur-Beijing con 239 pasajeros.
México, consternado
Los gobiernos de México y Alemania se manifestaron ayer “consternados” por el incidente del avión y pidieron una investigación independiente que esclarezca el hecho, según dijo el canciller mexicano, José Antonio Meade, junto al ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.