El presidente Barack Obama autorizó un proyecto de ley presupuestal bipartidista que reduce los recortes automáticos al gasto público durante dos años, una solución modesta a un año caracterizado por intensas disputas entre la Casa Blanca y el Congreso en torno al tema.

Obama firmó el proyecto de ley mientras vacacionaba en Hawái. El acuerdo reduce los recortes generalizados que ya están programados para implementarse, así que restaura unos 63 mil millones de dólares durante dos años. Incluye unos 85 mil millones en otros ahorros.

No es la gran negociación que Obama y los republicanos del Congreso querían, pero por lo pronto pone fin al ciclo de crisis fiscales recurrentes al evitar que se produzca otro cierre gubernamental durante casi dos años.

La firma del proyecto de ley representa uno de los últimos actos oficiales de Obama en un año plagado de problemas en Washington, incluidos el cierre parcial del gobierno, una amenaza de que el Tesoro cayera en mora de pagos, un pésimo arranque del cibersitio gubernamental para contratar seguros de gastos médicos y un estancamiento casi perpetuo en el Congreso.

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